Novios... Por contrato

Una vida para los dos.

La sorpresa en su rostro le producía una sensación de victoria, triunfo y orgullo.

Se sentía tan jodidamente exquisito.

Sasuke podría brincar y bailar enfrente de ese peli rojo entrometido. Podría, pero no lo haría, es decir, era capaz ¡Dios! ¡Por supuesto que era capaz! sin embargo, no quería que su chico se enojara, porque le gustara o no, Hinata apreciaba al hermano de Temari. Cosa que por supuesto le molestaba en sobre manera.

Igual, el Hyuga era suyo y no de ese chico de ojos raros.

—Hinata... No es que dude de tu decisión, pero... Creí que...

—Sasuke y yo aclaramos las cosas.—Sus ojos no perdían de vista las acciones de Gaara.—Todo fue un mal entendido.

—¿Un mal entendido? Discúlpame, pero yo no veo el mal entendido. Él te lastimo.—Trato de persuadir al más chico.

—Las cosas no fueron así... él...

—Hinata no te dejes engañar de nuevo.

—¿Así que tú le has metido todas esas ideas?—Enojado, el Uchiha intervino.—¡Claro! ¿Cómo no me di cuenta?

Ambos se miraron con odio.

—Entonces... Déjame deducir, tú fuiste él que le dijo todo eso a Hinata, incluso delataste a Temari y me hiciste quedar como un maldito mentiroso, metiéndole ideas absurdas y dándole información incompleta... ¿No es así?—Su mirada analítica cayo en el peli rojo, quien parecía sacar humo por las orejas.—Aunque la verdadera pregunta es ¿Por qué?

El ojijade, temblaba del coraje y la rabia, sus manos estaban hechas puños, sus ojos parecían los de un león a punto de saltar al cuello de su presa y matarlo lenta y dolorosamente... Fue cuando un clic hizo en su cabeza.

—Estás enamorado de Hinata.

Todo mundo, como si se tratara de una novela, soltaron expresiones de sorpresa.

Mientras que Hinata, se sentía incómodo con esa situación. Tenía que ser un error.

—Si, lo estoy.

Quería golpear al peli negro, pero eso sería caer muy bajo, así que con toda la dignidad que aún le quedaba, decidió aceptar lo obvio. Su mirada, inevitablemente dejo de enfocar al oji negro para dirigirse al peli azul.

Se notaba incomodo, y eso no hizo más que reafirmarle lo que él sabía. No lo quería.

Un nudo se le hizo en la garganta y los ojos le empezaron a picar. No debería dolerle, él jamás fue una opción para el Hyuga y menos jugando de una manera tan sucia.

—Pero, él lo está de ti.—Decidido, se dio media vuelta y se dirigió a la salida.

—¡Gaara!—Corrió para alcanzar al chico y en un impulso tomo la mano del mencionado.—Yo... no lo sabía... D-de verdad lo siento, pero j-jamás me lo dijiste y...

—Si te lo hubiera dicho ¿Algo cambiaría?

—¿Eh?

—¿Te hubieras enamorado de mí?

—...—La palabras no salían de su boca. ¿Se habría enamorado de él? No. Era una respuesta dura, pero no se hubiera enamorado de él. Viera por donde lo viera, no podría verlo de esa forma, además estaba seguro que el azabache, de una u otra manera aparecería en su vida y todo terminaría exactamente igual, él enamorado de Sasuke y no de Gaara.—N-no.

—...Era de esperarse.

Aun con la mirada del hijo de Mikoto en ellos, abrazo a Hinata. Esta vez sin dobles intenciones, sólo queriendo disfrutar el momento, de sentir el calor del cuerpo ajeno.