Iniciando la farsa

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¿Cómo se atrevió a tanto? De verdad que se moría de vergüenza.

¡Lo beso! ¡Joder lo hizo!

Y no sólo eso, también dejo que lo tocara, incluso sintió lo erección que tenía en los pantalones... Y él...Se froto en... Ella.

--¡Ahhhhh!

Sakura entro corriendo de manera apresurada y asustada por semejante grito.

--¡Hinata-kun! ¿Te encuentras bien?

--...--Estaba perdido, sudando, sonrojado y muy nervioso ¿Cómo lo vería a la cara de nuevo?

--¿Qué sucede aquí?--En la escena, entraron dos hombre. Uno con rasgo extraños, específicamente caninos, atractivo, alto y bien trabajado. El otro, era un hombre serio, con telas por todos lados, igual que Kakashi, sin embargo, este no dejaba ver tan siquiera sus ojos. Lo único que se podía distinguir, era que al igual que su compañero, mantenía una complexión física trabajada.

--Hinata-- El serio hombre respondía al nombre de Shino Aburame.--¿Sucede algo?

--¡Hinata! ¡Responde! ¡Mi pequeño esta grave!--Exagero Kiba Inuzuka "El hombre perro".

Al ser agitado de manera brusca, el peli azul salió de su terrible ensoñación.

--K-kiba-kun--En el momento en el que hablo, el Inuzuka, lo tomo en brazos, mientras lo regañaba por asustarlo, al igual que una madre.

--¡Ya déjalo respirar!

Hinata ahora se encontraba frente a la peli rosa.

--¿Qué sucedió? ¿Por qué gritaste?--Su mirada preocupada hizo sentir mal al delgado hombre.

--L-lo siento S-sakura-chan. Sólo m-me asuste p-porque creí ver a-algo.

--¿Estás seguro?

Si bien, Shino, no era un hombre de muchas palabras, era uno muy observador, además, el Hyuga no era muy bueno mintiendo. Por lo cual dudaba lo dicho por el chico.

--S-si.

--¿Por qué tanto escándalo?--Por la puerta se asomaba una hermosa mujer, con curvas muy pronunciadas, el cabello lo tenía largo y rubio, recogido en una coleta. Sus ojos eran unos azules preciosos y por ultimo una tez, que incluso de lejos, se notaba que era delicada y suave como una flor.

Ino Yamanaka.

--Sólo nos preocupamos por Hinata, pero resulto no ser importante--Contesto Kiba.

--¡Oh pobre de mi pequeño! ¿Te encuentras bien?-- De manera cariñosa-y exagerada-la rubia abrazo protectoramente al ojiperla.

¿Ahora entendían porque eran su familia? Todos ellos parecían haberle tomado gran cariño al tímido Hyuga. Nadie podía tocarlo, porque eso cuatro lo defenderían con uñas y dientes. Era para ellos, el niño que tenían que proteger, pues según Hinata era tan dulce e inocente, que lo podrían corromper.

--E-estoy bien Ino-chan

--Awww ¿Acaso no es una ternura? ¡Te comería a besos!

--¡Sobre mi cadáver!--Shino y Kiba, protegían con su cuerpo al chico de tez pálida. Aunque Shino fuera un chico muy serio, siempre seguiría con sus locuras al chico perro.

--¡No espantes al pequeño Ino-cerda!

--¡Cállate frentona!

--¡¿Cómo me llamaste?!

--¡Ya basta!

--¡No te metas Chico Perro!--Gritaron ambas mujeres.

--¡¿Chico Perro?! ¡Cómo se atreven!

Novios... Por contratoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora