Sangre de mi Estirpe (#1 SDME)

CAPÍTULO 13

El furioso sol de Hampisdale, galopó con fuerza y firmeza sobre la cara de cada ciudadano al despertar, sobre todo en la de Lena, que al amanecer se encontraba tumbada sobre un ancho banco de la plaza principal, desperezándose y esperando para iniciar un desafortunado nuevo día.

Con apenas quince años ya tenía que presenciar cosas demasiado fuertes para su edad, sin el apoyo de nadie, a excepción del de Henzel, que aún estaba para protegerla.

En Lazuven no se podían adoptar a niños sin padres reconocidos, Lena tuvo una madre que la reconoció, pero al ser ella Romanaik, el país tenía que hacerse cargo, ,a pesar de no saber de su existencia, por esto Gretel no podía interceder.

Gretel deseó tener una niña desde el momento en que se supo embarazada; y aunque estaba encantada con Lena, solo podía tenerla en su casa cuando cumpliera la mayoría de edad.

Una sonriente Lily, amiga de Lena, se acercó a ella al verla mirar un pedazo de pan en el suelo.

Lily y Lena eran amigas desde los ocho años, cuando descubrieron tener los mismos problemas, a diferencia de la falta de un hogar.

Aunque los padres de Lily le impedían ayudar a Lena económicamente, de cualquier forma esta lo hacía, de manera psicológica, ayudándole a combatir contra su baja autoestima y depresión.

La mejor de las amigas.

Aún así, durante un tiempo, hace algunos años, Lena se vio en la terrible confusión de sentir que Lily le atraía, pero descubrió lo falsa de su situación.

Ya no más, su corazón le pertenecía solo a Henzel y siempre sería de ese modo, hasta el fin de los tiempos, o al inicio de la muerte de alguno de ellos.

En la pared, con tinta azul, Lena al fin pudo escribir por sí misma, y con ayuda de Henzel, lo que sus sentimientos habían estado ocultando durante mucho tiempo.

Un deseo inexplicable por ser entendida se extendió recorriendo su cuerpo.

Ahora comprendí el significado del muro.

"Para ella que estuvo invisiblemente ahí, bajo la oscuridad de algo imposible, confundiéndose y destruyendo lo incorregible. No era para mí"

Esta pared había sido creada para dirigir sentimientos y protestas a la sociedad, y aunque aún la seguía sintiendo pesimista por lo que Henzel le leía de ella; podía ver que algo de todo eso era cierto.

Vivíamos en un pesimismo eterno, sin importar que tan hermosas llegarán a ser, en un futuro, las diferentes situaciones.

Nunca estaríamos conformes, y si lo fuéramos, en definitiva la existencia llegaría al desastre.