Cuando las autoridades fueron notificadas de tal hecho, ellos mismo se hicieron cargo de pasar un comunicado directo a todo Lazuven, la guerra se detuvo.
Los soldados soltaron a los ciudadanos y hasta ellos mismos celebraron, por el fin de una lucha en el mejor de los términos que podría tener esa situación.
Henzel y Lena salieron del lugar junto a Gretel; asustados y algo desconcertados, sucios y más despeinados que nunca, tal como todo luchador debía estar a estas alturas.
Empezaba el anochecer, el sol iniciaba su recorrido al crepúsculo y todos intentaban salvarse en un pedazo de techo o en una casa ajena; luego hallarían la solución en conjunto, como en una democracia.
Pasada la noche, con muchos muertos; más por heridas o hemorragias, llegó el día con un sol más brillante que otras veces en invierno, con una luz de pasividad, que, a pesar de todo, se veía incompleta.
Algo malo sucedería.
Parecía la consumación de un triste final, que da como inicio un buen, nuevo, y casi perfecto comienzo.
Y como siempre había un pero.
Cristóbal y Raúl habían dejado de esconderse y luego de una noche de tanto llorar, el moreno le prometió a Raúl que haría todo para que ambos pudieran salir al fin adelante, sin importar las adversidades.
Lo prometió.
Ese mismo día, Cristóbal frente a un pueblo sediento de libertad se alzó junto a la bandera con una proclama de independencia, llena de sueños y deseos para el país; como el líder propio de una sociedad necesitada.
Como todo un verdadero presidente, ese que Lazuven tanto había necesitado y que nunca hasta ahora se les había otorgado.
Ahora, si la nación se lo permitía, él se convertiría oficialmente en el presidente de la República Democrática de Lazuven.
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Sangre de mi Estirpe (#1 SDME)
Mystery / ThrillerEn Lazuven se solventan una serie de hechos provenientes de una dictadura que está siendo mal ejercida. Lena quiere ayudar de alguna manera, hacer algo por alguien o simplemente por si misma, pero de todas formas no es la protagonista de esta histo...