Sangre de mi Estirpe (#1 SDME)

CAPÍTULO 22

Una manifestación de aceptación fue parte de las improvisadas votaciones para elegir a Cristóbal como presidente; sin embargo, como fueron muy imprecisas, el pueblo decidió mantenerlo a él mientras se estabiliza el orden, y luego se harían las elecciones a como manda la Constitución nacional de Lazuven.

Poco a poco se fue restaurando el país, con ayuda de cada ciudadano y de los Romanaiks; que no pudieron no ofrecerles ayuda a sus hermanos. De nuevo Lazuven era una tierra hermosa, llena de brillo y vitalidad como hacía años lo había sido, pero por sobre todo, con felicidad, una que nunca antes había sido obtenida.

Lena había decidido ir unos días a Wever, donde Cristóbal organizaba unas construcciones, para manifestar su situación como huérfana; y que la ayudara a vivir junto a Henzel y Gretel.

A pesar de formar parte del mismo país, Hampisdale y Wever quedaban a una cantidad suficiente de kilómetros como para ser agobiante.

Su parada en Wever fue majestuosa, sobre todo al notar que la ciudad de la muerte y la soledad era más hermosa ahora que todo el norte de Lumix y el este de Romanaik.

Más allá; en una esquina del terminal, esperaba Vivy sentada en un banco, vestida de negro y con lentes oscuros, como si intentara no ser reconocida; igual no sería un problema, todos le habían dado el perdón al nunca parecer involucrarse en la política de su padre.

Las manos de Lena fueron sujetadas en su espalda y tiradas de ellas hasta llegar a la parte profunda de Wever, la parte que aún no era reconstruida.

Intentaba gritar, pero ya era imposible, nadie la escuchaba en medio de tanta desolación

Llegaron a un punto medio que casi parecía un desierto, fue arrodillada en la arena y con un arma la amenazaron en la cabeza.

— Vivy...

— Irás al infierno. —La voz de Vivy se cortó y un par de lágrimas salieron de sus ojos.— Irás al infierno por matar a tu padre; sangre de tu estirpe, sangre de mi estirpe

Y disparó.