[Jiam♥]

[Vals]

- Fue un gusto enorme haberte conocido, cariño- dijo con una enorme sonrisa Karen, rebosante de alegría y emoción, besando ambas mejillas de la encantandora (como ella misma la había descripto) novia de su hijo. 

Geoff le dio un calido abrazo a su hijo y a la muchacha también, alagando su espectacular cena, al igual que todos antes ya habían hecho. De las hermanas de Liam y sus respectivas parejas ya se habían despedido. 

Cuando todos ya estaban en el auto, desde la puerta de la casa de él agitaron sus manos en su dirección, despidiendolos definitivamente.

Entraron de vuelta a la casa, se dirigeron al comedor para levantar la mesa.

- Te amaron, realmente lo hicieron- le dijo él a su novia, a pesar de que ya tenía por seguro que eso ocurriría.

Feliz consigo misma no pudo articular palabra alguna, solo continuó con lo que estaba haciendo. Aquella enorme sonrisa que llevaba no se podría borrar por nada del mundo, recordando la cena. 

Y entonces gritó agudamente causando que el castaño se volteara a verla, asustado.

- ¡Ruth se va a casar!- exclamó ella recordandolo, volteandose a verlo.

Él entendió y asintió, una sonrisa (que se le habia borrado hace unos segundos) dibujandose en sus labios.

- Cierto..., todavía no puedo creerlo- comentó, dejando los platos que sostenia en la mesada, para caminar hacia ella. 

Se detuvo a tan sólo unos cuantos pasos frente ella.

- Sabes que significa eso, ¿cierto?- Janet negó, confundida, pero tuvo sentido y comprendió cuando el le extendió su mano diciendo- Tendremos que practicar.

Con su mano temblando un poco por las emociones que la hacían sentir un cosquilleo recorriendola por todo su cuerpo, tomó la de él.

Liam la sostuvo a la altura de su hombro derecho, colocó la otra mano de ella en su hombro izquierdo, y terminó dejando su mano en la cintura de ella. Sin música, comenzáron a bailar. Dos pasos hacia delante él, dos pasos hacia atrás ella, y así, formando triangulos imaginarios en el piso. Sus ojos fijos en los del otro, todo lo demás a su alrededor desapareció. Sus pisadas y los fuertes latidos de ambos llenaron el silencio, hasta que Liam empezó a tararear la tipica música del vals.

Ella sin poder evitarlo rió en voz baja, bajando la mirada para apoyar su mejilla contra su pecho, acercandolos aún más. Liam suspiró por su gesto, y reposó su barbilla en la cabeza de ella, no sin antes darle un beso en ella, algo que le encantaba hacer.

La mayoria de las parejas consideraban intimo besarse, pero él, ambos, consideraban algo especial y suyo cuando él besaba su cabello, o su frente. Era "su cosa", algo que solo ellos sabían, y no compartían con nadie.

- Te quiero, sabes eso, ¿cierto?- preguntó Liam, con voz ronca y profunda, sus ojos cerrados.

- Y yo a tí, Liam- respondió Jo, sus ojos también cerrados.

Por lo cual, ninguno de los dos se percataron que en el mismo segundo, mismo instante, sonrieron al unísono.