El timbre del apartamento sonó y Victoria enarcó una ceja, ya que no esperaba a nadie. Miró a su mejor amiga sentada en el sofá a su lado con su teléfono entre manos y ella la miró.
- ¿Estabas esperando a alguien?- preguntaron al unísono, y luego rieron entre dientes, mientras que negaban con la cabeza.
Victoria se puso de pie, y caminó a su cuarto, tocando la mejilla de Jo juguetonamente cuando pasó por su lado.
- ¡Atiende, yo tengo que ponerme algo!- exclamó, ya en su habitación, revolviendo sus cajones de ropa en busca de alguna camisa que tanto le gustaban.
- Tú y tu extraña manía de andar sin camiseta por la casa- oyó a la castaña reírse desde la sala.
Janet caminó hasta la puerta y miró por el pequeño círculo en ella por el cual podía ver el pasillo, pero para su sorpresa, no pudo ver nada. Literalmente nada, solo negro.
- ¿Quién es?- preguntó, dudosa.
Steven no les había dicho que alguien iba a subir, y nadie las llamó por el portero eléctrico, por lo cual estaba algo asustada, puesto que no era normal.
- Soy el nuevo mensajero del edificio, señorita, ¿puede abrirme? Tengo paquetes para usted- le dijo una voz demasiado ronca desde el otro lado de la puerta.
Ella lo pensó unos segundos, y tomó el paraguas que estaba a su lado entre sus manos con fuerza, colocándoselo al hombro como si fuera un bate de baseball. Contó hasta tres lentamente y abrió la puerta.
- ¡Bu!- gritó el hombre detrás de ella, y ella gritó, cerrando los ojos con fuerza e instintivamente golpeando la cadera de él con el paraguas- ¡Cariño, auch!
Al instante reconoció esa voz y abrió los ojos, una sonrisa comenzaba a dibujarse por sus labios.
- ¡Oh, Dios Santo, lo siento!- se disculpó, arrojando el paraguas lejos y pasando sus brazos por el torso de su novio, que le había dado un buen susto.
Sintió el pecho de Liam vibrar cuando él rio sin poder evitarlo, y besó su cabello.
- Supongo que debería estar feliz de que sepas defenderte en algún caso- le dijo, devolviéndole el abrazo-, pero mi cadera duele.
Ella se separó de él, tapándose su boca por la risa que quería salir y negó con la cabeza, sin poder creer lo que acaba de hacer.
- Lo siento, te buscaré hiel…- entonces reparó en la presencia del moreno detrás de su novio, que la miraba sonriendo ¡Za…!- el nombre de él se cortó cuando este puso una de sus manos en su boca, y con un dedo en sus labios le dio a entender que guardara silencio, y ella asintió.
- Hola JoJo- susurró él, y le dio un fuerte abrazo a su mejor amiga, que ella correspondió al instante. Él beso su mejilla y se separó de ella-, ¿y Lucky?
- En su cuarto- le indicó ella-, seguramente con audífonos ya que no vino a ver que sucedía.
Él asintió y fue a donde ella le había dicho, asomándose sigilosamente por la puerta del cuarto. En efecto, ahí estaba ella, audífonos en sus oídos. Ella estaba aún sin camiseta y estaba parada en las puntas de su pie, estirándose lo máximo que pudiera para alcanzar una camisa que, sin saber cómo, había llegado a estar en la cima de su armario. Zayn rio y caminó hasta ella, y cuando llegó a su lago, caso su brazo por su cintura y estiró su otro brazo, tomando la camisa para tendérsela. Ella al principio se tensó ante el brazo de alguien alrededor suyo, y se sacó de un tirón los auriculares, para girar la cabeza y encontrarse con su novio mirándola con las cejas alzadas, una media sonrisa en su rostro. Ella no pudo evitarlo y gritó su nombre, antes de abrazarlo con fuerza.
- Hola bebé.
- ¡No me digas “bebé”!- exclamó de repente, alejándose de él para poder golpearlo en el hombro- ¡Casi me das un infarto!
- ¡Eso es maltrato de genero!- se quejó él, fingiendo que su golpe le había dolido mientras se sobaba el lugar golpeado.
- ¡Y eso fue “casi le das a Victoria un infarto”!- protestó ella.
Entonces Jo y Liam se asomaron por la puerta, mirándolos entre confundidos y divertidos.
- ¿Ya peleando?- preguntó Liam.
- ¡No!- dijo ella
- ¡Si!- dijo él, y se miraron, ella frunciendo el ceño.
- Ya, no se maten, vamos a comer- bromeo la castaña, antes de alzar una bolsa marrón en alto-, ¡Liam trajo comida de Nando’s!
La morena tomó la camisa que Zayn aún le tendía y se la puso rápidamente, antes de salir del cuarto y pasar su brazo por la cintura de Liam.
- ¿Sabes, Liam? Hay veces que te adoro demasiado- le dijo, solo para hacer enojar al chico que aún estaba en su habitación, observándola.
- Cuidadito, René.
Ella rio por la mirada que le dio su mejor amiga al decir eso.
- ¡Jo, sabes que shippeo demasiado Jiam!- protestó, sonriéndole y corriendo a abrazarla a ella.
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- ¡No es justo!- gritó frustrado Liam, tapándose el rostro con sus manos.
- ¡Acepta la derrota, Payne!- le gritó Victoria, empujándolo con su hombro antes de ponerse de pie y hacer un “baile de la victoria”, y se reía por lo gracioso que sonaba.
Luego de comer, Liam sacó de la mochila la nueva consola de Wii que había llevado, y los cuatro se dedicaron a jugar a los bolos virtuales, “Zucky vs Jiam”. Por el momento, Victoria y Zayn iban ganando, ya que Liam se distraía cada vez que tenía que hacer un tiro, mirando a su novia a su lado. Jo miró a su novio y rio, antes de tocar su mejilla, y que él mirara.
- ¿Qué ocurre, Liam? Eres bueno en los bolos.
Una idea cruzó por la cabeza de él, y sonrió de lado, marcando solo uno de sus hoyuelos.
- Quizás necesito algo de… inspiración- sugirió, tomando entre sus manos el rostro de ella.
- ¿Inspi…?- una vez más, la palabra se cortó, pero esa vez por los labios de él en los de ella.
Envolvió sus brazos en el cuello de él, y le siguió el beso al segundo, olvidándose de quienes estaban en la habitación con ella.
- ¡Dije que los shippeo, pero no apruebo las M.P.A*!- escuchó gritar a su amiga a unos pasos de ella, pero aun así su voz le sonó lejana.
Al separarse, Liam y ella sonreían.
- Ya me inspiré- le aseguró.
Obviamente, el juego terminó por Jiam ganando, y Victoria algo enojada, puesto que odiaba perder.
(M.P.A: Muestras Publicas de Afecto)
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