d i s t a n c i a

393 19 2
                                    

Que horrible es tener a la persona perfecta a la distancia equivocada.
Saber que es imposible, que hagas lo que hagas no va a salir bien, que debes adaptarte, fastidiarte y seguir hacia delante.
Que la vida te ha dado una cucharadita y te lo ha quitado para siempre: que no es para ti.
Que aunque lo prefirieses ante cualquier otra persona, que apartarías a cualquiera por tenerlo a tu lado, nunca va a estarlo. Que hagas lo que hagas no es suficiente, porque simplemente es imposible.
Aunque lo desees con todas tus fuerzas, aunque intentes lo que sea, no vas a lograr nada.
Lo ves en fotos, observas su sonrisa y piensas: Ojalá yo fuese la causa. Ojalá no hubiese personas ni kilómetros de por medio.
Ojalá la vida hubiese querido.
Ojalá todo fuese más fácil.
O al menos, no haber conocido la felicidad sabiendo que nunca la tendrás a tu alcance.
Nunca haber escuchado su risa, sabiendo que nunca serás tú la razón.
No haberte perdido en sus ojos, recordando que nunca volverás a verlos.
Nunca haber deseado nada, porque él desea a otra.
A otra más cercana, más fácil: a otra mejor.
¿Por qué esta necesidad de mostrarnos lo que nunca tendremos?
¿Era necesario dejar este amargo sabor de boca?
Pero lo peor no es esa historia sin finalizar, ese deseo de continuarla que nunca se cumplirá:
Lo peor es pensar que siempre tendrás un puñado de sentimientos hacia él revoloteando en tu interior, y que él no tiene ni uno sobre ti.
Que no significas nada, que seguramente ni se acuerde de ti, que sólo eres una más.
Que ni siquiera te recordaría semanas después, que sólo eras una extra en un mal teatro;
Que no fuiste ni eres nada para él.
Que mientras tu sueñas con un mundo a su lado, maldiciendo tu agridulce realidad, él ya tiene todo lo que desea con otra persona:
Que tiene todo lo que quiere y tú quieres todo lo que te falta, cuando nunca lo tendrás.
Que el tiempo dejará esto como una triste memoria de lo que pudo ser y no fue;
Al menos para ti, ya que para él ni siquiera habrá pasado.

ReflexionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora