Qué triste el buscar a una persona entre muchas otras:
No entre una multitud para encontrarte con ella,
o en un lugar en el que hubierais quedado,
sino en los brazos de los sucesivos intentos por reemplazarlo a tu lado.
Piensas que es un signo de una pisada hacia delante,
pero cuando te reencuentras con tu pasado metiéndote una zancadilla
te das cuenta de que quizás no estés tan lejos del punto de partida.
Y es que duele, el simple hecho de darte cuenta de lo que pasa,
que quizás no estabas tan distante y estable como pensabas
porque con un simple "¿Estás bien?" ya te ves desquebrajada.
Pero, aunque duela vivir esta situación, lo más bonito es la satisfacción de encontrar la solución.
De encontrarte a ti misma,
abriéndote los brazos y brindándote el espacio y amor propio que tanto merecías.
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Reflexiones
PoetrySimples versos, simples letras. Pensamientos de enamorada y otras tonterías más de una adolescente confundida, que no sabe si tiene más desordenado su cuarto o su vida.