t i e m p o

971 35 3
                                    

Me decían que te olvidase: que me ibas a hacer sufrir otra vez, que lo iba a pasar mal...
Pero los pequeños malos momentos no se comparan con los grandes felices que me haces vivir.
No tengo palabras para expresar lo que me alegras las clases cuando te giras para hablar conmigo; aunque a veces solo sean cortas conversaciones de 3 o 4 palabras, cuando vuelves a mirar hacia delante me dan ganas de sonreír de oreja a oreja y correr por toda la clase.
Tus pequeños gestos y miradas, tus palabras, tus acciones... Me encanta todo. He vuelto a caer, pero no a un acantilado con piedras que me pinchaban como alfileres; han sido cambiadas por mulliditas almohadas con cada bonito momento que me haces pasar.
Cuando me cuentan que preguntas sobre mí, cuando escribes tonterías en mi agenda, cuando me miras de esa forma tan extrañamente agradable... Cuando simplemente todo vuelve a empezar, te juro que no doy más con la emoción.
No comprendo cómo no sospechas nada, porque no sé cómo estaré por fuera, pero por dentro siento mis ojos brillar mientras te escucho atentamente, mis mejillas arder en algún momento y esa forma de tratarte distinto al resto que tanto me gusta cuando tú la correspondes.
¿Sabes? Me da igual lo que digan. Me da igual lo que piensen. Me gusta vivir así, me gusta disfrutar a tu lado, y no me puedo (ni quiero) resistir.
Aunque no creo que seamos nada más que amigos que lleguen a corresponderse, suena triste, pero me conformo.
Habiendo tantos chicos en el mundo, habiendo tantas sonrisas de las que enamorarme y ojos en los que perderme...
Te elegí a ti. A ti y a tus ojos castaños que no te gustan, a tu lunar a la izquierda que tanto me cautivó cuando te vi y a tu risa adorable y que tanto me gusta en secreto.
Te elegí a ti y te elegiría las veces que hiciesen falta.
No sé cuando ni cómo acabará esto, solo sé que quiero disfrutar de los pequeños momentos que me brindas (que para mí son enormes) y de este trayecto sin rumbo a tu lado.
Puede que esté parando mi tiempo contigo, sin ser nada ni progresar como los demás; pero mientras lo "pierda" junto a ti, me gusta.
Mi mejor amiga le llama perder el tiempo; yo le llamo pararlo a tu lado durante un pequeño infinito y caminar sin rumbo, sin buscar nada: hacia un futuro incierto, pero junto a ti.
Gracias por esto. Por este pequeño infinito, por hacer que mi tiempo se pare de esta manera tan bonita...
Simplemente gracias por ser tan tú.

ReflexionesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora