"Me gusta verte sufrir"
Esas palabras resonaron por la mente de Miles mientras se levantaba de su cama a las tres de la madrugada.
Basta con ponerse una playera, en esta ocasión de color blanco y colocarse unos pantalones de color negro además de calzado para considerarse listo. En unos segundos está saliendo por la ventana.
Por supuesto que lo primero que siente es el viento, tal vez demasiado frío.
Al terminar de salir y colocar sus pies en el suelo mira al hermoso cielo con las estrellas en todas partes.Comienza a caminar a la tienda más cercana. Avanza más rápido de lo normal, especificando que el camina demasiado rápido, en dirección al minisuper más cercano.
Este frío que lo recorre le aturde, a diario lo hace y esa sensación parece crecer, parece congelarlo. Eso a Miles le aterra.
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Deja la cajetilla de cigarrillos y un paquete de goma de mascar sabor a menta sin mirar a la persona encargada de pasar los productos.
Entrega el billete antes de que la persona pronuncie el precio.
Sale lo más rápido que puede del minisuper mientras introduce la bolsa con sus productos adquiridos al interior del bolsillo derecho de su pantalón corto color negro.
"Me gusta verte sufrir."
Acude a aquel camino que lo dirige al parque, siempre solitario a esta hora, siempre frío y silencioso. Parece que ahí Miles se siente no presionado.
Cubre su boca con su mano derecha ahogando su tos ocasionada por el frío. Acto seguido abre la cajetilla y coloca un cigarrillo entre sus labios para después sacar el encendedor...
"Una extraña calma no es calma. "
Es en lo que piensa, lo que se cuestiona mientras una extraña calma lo invade al exhalar humo.
Sin embargo, Miles ignora esto. El hecho de que sienta un poco de calidez en su interior reduce al menos un poco el frío de su oscuro y desolado interior.
Pasan los minutos, observando el cielo y pensando, recordando y sintiendo, hasta que el cigarrillo se está terminando.
Lo pisotea después de arrojarlo al suelo, y sabe que de ese mismo modo sus sueños e ilusiones han sido destruidos.
A la lejanía observa el área de edificios en donde se puede alquilar un departamento. Piensa en que tal vez algún día alquile uno, algún día se irá de su casa y vivirá por su cuenta.
Acomoda el segundo cigarrillo entre sus rojizos labios, más de lo normal, pero no enciende el cigarrillo.
Simplemente se levanta para dirigirse a casa.
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Cree escuchar un ruido desde la sala mientras entra por la ventana de su habitación. Sin embargo, no le interesa en lo absoluto ese ruido, tal vez es algún invitado. El mismo gilipollas de siempre.
Acude a sentarse en medio de su cama, rápidamente se quita la playera, revelando su helado, medio fuerte y alargado cuerpo mientras enciende el cigarrillo.
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Jonas (Occulta Mea)
General FictionJonas ha estado en una habitación por diecisiete años y en un lugar desconocido. Hasta que llega el día en que debe salir. De esa forma y a lo largo del tiempo, debe a la universidad y prepararse para lo que ahora es su nueva forma de vivir,. Eso no...