18. Resiliencia

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Miles entra a su casa, es la única persona en el lugar. Se prepara un sándwich de las cosas que encontró en el refrigerador. Tuvo que tirar el café de hace días de la cafetera y prepararse uno nuevo.

Toma asiento en el sofá para terminar su comida mientras escucha que alguien abre la puerta de entrada y se va acercando.

—Creí que no volverías —le anuncia el invitado gilipollas con esa voz que le indica a Miles cómo se encuentra ese sujeto—. ¿Quieres?

No necesita observarlo para darse cuenta de lo que le ofrece, no es la primera vez que lo hace.

—Tyler una vez aceptó una cerveza, tan solo dio un trago y no quiso más... Claro que él prefería tomar solo.

El chico misterioso se levanta y comienza a alejarse del lugar, hacia su habitación.

.

Creía que se iba a quedar dormido tan solo acostarse y mirar por la ventana, pero se siente muy despierto, tanto como para planear ir al parque en unas horas.

Pasan los minutos y ahora está sentado en la silla giratoria mientras está dibujando algún rostro. Ese rostro va tomando forma, incluso le sorprende el hecho de haberlo dibujado de manera indirecta, esto indica que él al parecer está en su mente.


—¿Dónde estás? —preguntó el pequeño niño escondido en el armario.

No hubo respuesta, su hermano mayor seguiría buscándolo en otras habitaciones de la casa.

—Ya no quiero jugar —anunció.

Esperaba que su hermano mayor estuviera pasando por ahí para escucharle y para que después jugaran otra cosa.

Comenzó a contar de uno al diez, empezó a ver todas las cosas que había en el armario; encontró una caja que tenía una libreta de color negro, una especie de diario con páginas blancas en donde el pequeño niño podría escribir.

Salió del armario, primero asomándose hasta que se percató que no había nadie.

Llegó a su habitación con libreta en su mano derecha mientras escuchó gritos provenientes de aquel sujeto malo.

Aquel pequeño niño trató de escuchar qué es lo que decía, al no entender y al comenzar a sentir más curiosidad, decidió acercarse todavía más al lugar.

Temeroso, llegó a la sala en donde estaba su hermano mayor y aquel sujeto malo. El sujeto malo le gritaba a su hermano mayor mientras terminaba de darle un golpe.

El pequeño niño se quedó congelado, apenas y se atrevió a seguir viendo la escena mientras el sujeto malo continuaba dandole golpes a su hermano mayor.

No supo en qué momento reunió valor para colocarse entre ellos, creía que por hacer eso su hermano mayor estaría a salvo.

En cambio, solo logró que ambos hermanos terminaran siendo golpeados. Y aunque el pequeño niño trató de recibir todos los golpes, de querer con todas sus fuerzas que su hermano mayor escapara y buscara ayuda, ninguno de ellos pudo hacerlo.

Jonas (Occulta Mea)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora