16. Limerencia

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—Ibamos juntos a pedir dulces en Halloween, salíamos a jugar en Navidad, cuando estabas solo en los descansos te hacía compañía.

Logan está a su lado, ambos han ingerido la misma cantidad de lo que sea que han tomado, pero Miles se mantiene sereno, sentando de forma recta y con la mirada en el vacío.

Cuando termina un trago pide otro, y cuando va a la mitad de uno, observa a Jonas. El chico misterioso y el chico silencioso tal vez no tengan esos seudónimos por el momento, o tal vez si.

Al parecer, Logan y Miles han vuelto a ser viejos amigos, tal y como lo eran antes, con la diferencia de que también está Jonas.

—Ibamos juntos a pedir dulces en Halloween...

—Es la tercera vez que lo dices —afirma Miles al pelirrojo, la iluminación del lugar hace que entre su cabello y el color del vaso no haya mucha diferencia.

—Me gusta recordar eso, incluso también cuando te alejaste.

—Solo deja que termine esto y después sigues contando lo que no quiero escuchar, ¿de acuerdo?

—Eso mismo dijiste hace tres tragos.

—Fueron cuatro.

—El hecho de que sepas cuántos tragos llevas... ¿significa que aún sigues normal?

—No lo sé Logan.

.

Aurora camina por el lugar después de haber sido recibida amablemente por Lucas, cuando entra a la sala de estar con un vaso de cerveza, mira a Miles y Jonas junto con Logan.

—¿Lo ves? Están bien.

—Eso significa que puedo irme entonces.

—Aún no.

—He venido, lo hice por Miles, me dijiste que si no venía algo malo podría pasarle.

—No, Logan no permitiría aquello. Tampoco John.

—Su nombre es Jonas —le corrige Aurora.

—De acuerdo, anda, vamos a bailar.

—No bailo —anuncia la chica inefable.

—Hace algunos años lo hacías, ¿lo recuerdas?

—Eso no importa —recuerda con bastante claridad a lo que se refiere Mía, da un pequeño suspiro—. Debería irme ahora.

Cuando se da la vuelta más que decidida a abandonar el lugar, siente la mano de Mía agarrar su mano, tan suave como lo hacía cuando se conocieron.

—Quédate, por favor —puede escuchar tristeza en cada palabra, así como también el aroma a velas con aroma a vainilla.

—¿Por qué debería hacerlo?

—Porque... Porque te extraño Aurora.

.

"—¿Siempre estaremos juntas?

—Ten por seguro aquello.

—¿Podrías quedarte? Vamos a ese lugar del que tanto me hablas.

—¿Ahora? Es de madrugada.

—No importa eso. Anda, te tengo una sorpresa.

Sonríe después de darle un beso. —De acuerdo."

.

Ve a tomar con tus amigos... Y suéltame, comienzas a lastimarme.

—Jamás te lastimaría.

Jonas (Occulta Mea)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora