Magnetic. | 5sos

3. Accidente

– ¿Qué demonios está pasando? – Selena se veía aterrada y estaba paralizada, podía oír la confusión en su voz, me estaba excediendo, pero eso no hizo que mi rabia disminuyera quería golpear su lindo rostro. 

Las puertas se movieron con más fuerza y algunas se abrían de golpe, de uno que otro casillero salían disparados objetos metálicos intentando golpear a Selena, no pude reconocer que eran, el ruido era insoportable, oh Dios, estaba fuera de control, no puedo creer que pasara esto. 

Luke se movió rápido y me levanto con cuidado. 

– Creo que es un sismo – exclamo muy convincente dirigiéndose a Selena – ¡Corre a un lugar seguro! – le ordeno, ella obedeció mientras él me jalaba suavemente del brazo llevándome al estacionamiento vacío de la escuela. El caos había cesado y ahora nos acompañaba un silencio incómodo.

Una vez afuera Luke me ayudo a sentarme en un banco y tomo mi rostro entre sus grandes manos. 

– Aria ¿estás bien? – se veía preocupado, pero su olor característico a pasto recién cortado me abrumó aún más, pero asentí.

Estaba segura que no había sido ningún sismo, fue mi culpa, no pude dominarlo y se salió de control, a medida que pasaba el tiempo se me hacía más difícil retenerlo, tantos años tratando de evitar que algo como esto pasara, un momento de debilidad y casi lastimo gravemente a Selena o incluso a Luke. 

Dios mío Luke.

Esperen. 

El rubio me excuso diciendo que era un sismo, él creyó eso ¿no? Si, así es, parecía un sismo después de todo ¿no? ¿A quién engaño? Seguro fue una escena perturbadora, la tierra ni siquiera se estaba moviendo, pero ¿por qué Luke dijo aquello? ¿Acaso él sospechaba algo? No, no lo creo.

Imposible.

Podía sentir su interés en mi, su constante compañía, sus curiosas miradas, su aparición en el salón de arte y ahora defendiéndome, no entendía nada. Pero si de algo estaba segura es que no era un mal chico. 

– Vamos a casa – dijo a mi lado tranquilamente interrumpiendo mis pensamientos. Actuaba como si nada acabara de pasar, no se asustó, no gritó, es algo curioso y un poco cínico.

– Gracias por sacarme de ahí Luke – al fin y al cabo eso me calmo y se detuvo mi pequeño ¿ataque? Agh, decidí pretender que nada pasó, deposite un beso en su mejilla, era lo menos que podía hacer. 

– No hay problema – y paso sus manos por su cabello rubio ceniza, físicamente hablando él era muy interesante, quizás algo cliché con su "cabello rubio, ojos azules y sonrisa testaruda" pero muy entretenido para plantearlo en un dibujo o pintura, aunque ningún azul en mi colección compararía el de sus ojos. 

Ninguno de los dos tenía un auto así que comenzamos a caminar a mi casa, jugué con el semicírculo entre mis labios, Dylan decía que parecía un pequeño hámster cuando lo hacía, reí ante el recuerdo, se había ido temprano a su casa ya que "era un chico de muchos deberes". 

El silencio con Luke ya no era incómodo, pero se veía nervioso, como en estado de alerta, volteaba a todos lados, supongo que era normal después de lo ocurrido, decidí romper la ausencia de ruido para aclarar algunas dudas. 

– ¿De dónde eres? – pregunte caminando en puntillas para poder despeinarlo – Tu acento no es de por aquí. 

– Australia. – contestó arreglando su cabello mientras sonreía simpático. 

– Que genial, pero ¿qué haces aquí en vez de estar allá y salvar koalas? – lo reprimí con un falso tono de madre. Él río, siempre lo hacía reír. 

– Si quieres me regreso – repuso con un tonto aire ofendido. 

–  Si vas a salvar koalas te doy permiso de irte – reí. – ¿Tienes mucho tiempo aquí? 

– Desde que llegue al instituto, es decir unas pocas semanas – sumergió sus manos en los bolsillos de su jean ajustado – ¿Por qué tu cabello es lila? – pregunto con verdadero interés. 

– Por que cuando compre los tintes no había color arcoíris – bromeé, pero él me vio confundido –Nah, me gusta y pienso que debes aprovechar mientras estas joven para ser arriesgado, estúpido y loco, usar lo que quieras, vestirte como quieras, cuando seas adulta ya no será igual. 

Su vista estaba hacia el frente, su expresión pensativa era como para plasmarla con crayones en un papel. 

– Tienes razón – asintió – Ahora es cuando podemos hacer lo que queremos. 

– Al principio solo hacia lo que los demás esperaban de mi, ahora hago lo que de verdad me gusta. 

– ¿Por eso dejaste el ballet? – me gire sorprendida, nunca le había mencionado aquello, pude notar cómo se tensaba. 

– ¿Cómo....? – pestañee confundida.

– Dylan – interrumpió ansioso antes de que formulara mi pregunta. Tenía el presentimiento de que mentía, no sabía como, pero la verdad no me extrañaba que Dylan le comentara algo sobre eso, él siempre hablaba de mas.

– Si, era buena en ballet, pero no me apasionaba tanto como la pintura – señale mi mochila llena de bocetos y pinceles. 

– Entiendo – asintió serio y la conversación se acabo, no tenía ganas de seguirla así que solo caminamos, por un momento pensé lo poco expresivo que era con respecto a él mismo y cómo giraba la conversación hacía mi, entonces me di cuenta que este chico tiene más asuntos para esconder que yo. 

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Disculpen lo sencillo y aburrido, les prometo que el proximo cap será mas emocionante<3

¿ya saben que pasa con Aria?

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