Magnetic. | 5sos

39. Plan

Aria:

– ¡Ariaaa! – una pequeña mano sacudió mi hombro, su voz chillona penetro en mis oídos despertándome de mi sueño, o mejor dicho mi pesadilla, mi corazón latía rápido pero solo quería volver a cerrar mis ojos – ¡Aria! – me llamó de nuevo, no sabía que era peor si las imágenes que producía mi mente mientras dormía o la realidad – ¡Aria, por favor! – siguió insistiendo, muy bien, ya estaba cansada de que ella invadiera mi sueño, ni siquiera encerrada podía dejarme dormir en paz.

– Joder Birdy, déjame dormir – espete dándome vuelta en la oscuridad.

– Aria – repitió insistente, hasta que mi lento cerebro reacciono ¿qué hacia Birdy en mi cárcel? Me senté y detalle su silueta en la escasa luz ¿acaso era una ilusión? Ella rio al ver que la detallaba como si fuera irreal, su risa fue suficiente para asegurarme de que no estaba soñando

– ¡Birdy! – me levante y me abalance hacia ella, comencé a besar su mejilla sin parar, luego me separe – ¿Qué haces aquí? ¿Cómo? – las demás preguntas no salían de mi boca, estaba tan cerca del llanto que un nudo se formo en mi garganta impidiéndome hablar.

– Me alegra verte Aria – sonrió con inocencia, sus ojos brillaron y luego me abrazo, sabía que estaba al borde de las lagrimas igual que yo – Saldremos de este cuchitril esta noche, ven no tenemos mucho tiempo – declaro en un susurro señalando mi tobillo, el aislador estaba desactivado así que con mis poderes termine de quitármelo y lo reduje a una miserable canica, mi amiga tomo mi mano y me jalo hacia la salida de mi “habitación”.

–¿A dónde vamos? – susurre, tenía miedo de que cualquier ruido nos delatara.

– Al centro de vigilancia del sector seis, hay mucho de qué hablar mi pequeña Aria – sonrió amablemente. Birdy me volvió a tomar del brazo y salimos de ahí, abrí las puertas de metal por mi cuenta, nos movíamos rápido, mientras ella me aseguraba que las cámaras de vigilancia estaban de nuestro lado y explicaba algunas partes de un plan bien elaborado, nos metimos detrás de una de las puertas del largo pasillo, daba a una enorme sala de vigilancia luces blancas daban una perfecta vista, habían hologramas de alta definición en todas las paredes que mostraban habitaciones de chicos encerrados en celdas como la mía, justo en el medio revisando un gran teclado holográfico en una mesa plana estaba Ashton así que corrí a abrazarlo y besarlo.

– Me alegra verte Aria – contesto sonrojado como un tomate. Su sonrisa era amplia y sus ojos estaban llenos de esperanza ¿Cómo lograron salir de sus celdas? Justo en ese momento entro Calum a la sala, así que con un ligero movimiento de muñecas, en un abrir y cerrar de ojos unos cables sueltos estaban enrollados en su garganta.

– Vaya, vaya, lo que el perro vomito – dije acercándome a él. La ira me domino de nuevo estaba a punto de golpear su rostro cuando Birdy se interpuso entre nosotros.

– Aria no – declaro en un susurro, sus ojos azules transmitían una calma contagiosa y por alguna extraña razón, comencé a relajarme un poco. El moreno se encontraba con su espalda pegada a la pared luchando con el agarre en su cuello

– ¡El nos traiciono! ¡Todo esto es su culpa! – grite perdiendo el control, por lo que los cables se apretaron un poco más.

– ¿Y qué harás? ¿Matarlo? Eso no soluciona nada – comenzó a sollozar, eso me partió el corazón, necesitábamos unirnos para escapar, pero no entendía porque carajos defendía a Calum después de todo lo que hizo, solté un poco la fuerza del cuello del chico y me acerque a Birdy para abrazarla, no necesitaba de sus poderes para saber que no era la primera vez que lloraba, la conocía tan bien como para suponer que lo hacía cada noche antes de dormir, así que quería detener eso en vez de causarlo.