Like a shooting star ʰºᵖᵉᵛ

12. Confesiones I

Quedó satisfecho con la cena, antes de retirarse agradeció a todos por la comida y les deseo buenas noches con una gran sonrisa. Hoseok salió de la posada con una pila de mantas en sus brazos que la esposa del dueño le había dado, preocupada como una madre al enterarse que el joven muchacho dormiría fuera.

Eran las 11 y la temperatura que de por si ya era muy baja había disminuido unos grados más, el viento traía consigo copos de nieve y el una vez dentro del asiento de copiloto ordenó las mantas en sus piernas y otras en su torso, su abrigo era de mucha ayuda a pesar del tiempo de uso, pudo observar que la luz de las pequeñas ventanas de la posada se iban apagando y sólo quedaba encendida la de la puerta principal, era hora de dormir, necesitaba descansar para mañana rendir en lo restante del viaje así que cerró sus ojos y disminuyó el volúmen de la radio que tenía por propósito mantenerlo con un sentido alerta por si algo llegase a ocurrir, con toda su experiencia transportando hielo en las rutas más remotas y peligrosas de Europa del Norte el había aprendido que por más que sea crea estar solo en la carretera y ver solo nieve y árboles a la redonda, uno nunca sabe si un oso o un ladrón podrían querer intentar entrar al pesado vehículo, así que le convenía estar medio dormido y medio despierto para reaccionar oportunamente ante cualquier incidente.

[...]

Solo se oía el silbido del viento, ya habian pasado 10 minutos, el pelinegro aún no caía en sueño pero recordaba lo acontecido hace momentos, tenía en su mente la imagen de aquel profesor Kim Taehyung sentado en la mesa comiendo tímidamente y observando con sus grandes ojos a todos los que hablaban con curiosidad, talvez el no se haya percatado pero Hoseok si notó cuando se quemó la lengua por tomar rápidamente el chocolate que le sirvieron, su rostro preocupado y desesperado por aliviar su dolor habían sido captados disimuladamente por Hoseok quien lo había encontrado sumamente tierno.

Un débil sonido empezaba a captar la atención de sus oídos pero eran tan bajos que fácil podían ser de algo de granizo o pequeñas ramas arrastradas por el viento, pero estas seguían y por un momento le pareció escucharlas claramente, sonaba como si llamarán a la puerta del enorme camión, Hoseok abrió los ojos y asomó su rostro por la ventana, había alguien allí, quién?. Sin perder más tiempo encendió la luz de la cabina y bajó la luna de la ventana para alumbrar con la linterna a quien sea que esté allí.

- Quién es?

Poco a poco se iba aclarando la imagen de la persona allí, podía distinguirse un poco porque la luz de la entrada también lo iluminaba vagamente.

- Soy el prof. Kim

Abrió sus ojos para poder verlo mejor, estaba sorprendido, que hacía el profesor aquí? Con este frío! De seguro estaría congelando se allí, hace cuánto estaba allí? Demorando unos segundos en reaccionar abrió la puerta rápidamente.

- Profesor por favor suba, no puede quedarse allí.

Le ofreció su mano y el castaño la tomó, el pelinegro lo jaló para ayudarlo a entrar, el se arrimó al asiento del copiloto para que el profesor pueda sentarse en el de piloto y pasando su mano frente al rostro del mencionado cerró la puerta de un tirón.

- Profesor, no debió haber salido con este frío

Hoseok lucía muy preocupado, el joven astrónomo tenía consigo una simple chompa de lana y una bufanda grande que obviamente no eran suficientes, Hoseok tomó las mantas que tenía y empezó a cubrir a su acompañante.

- Sr. Jung, estaba preocupado, quería saber si tenía suficiente abrigo

- No debió preocuparse, usted debió permanecer dentro- sonaba un poco exasperado