Prólogo

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Puse de nuevo la carta en la cama con lágrimas en los ojos, los cachetes rojos y la manos temblorosas. Me quedé de pie en el centro de la habitación con los labios fruncidos.

Steven me enseñó lo que era el amor, me enseñó a querer, me enseñó a soñar, reír, me enseñó muchas cosas bellas que tiene la vida. Que él no esté conmigo hace que mi corazón se quiebre como un cristal. Es difícil hacerle caso a una persona que dice "Ya no llores por mí", esas palabras hacen que se desborde un río de lágrimas.

Pero haré lo que él me pidió, que no llorara, que siempre lo recordara y que lo amara, pero que no me destruyera a mi misma.

Sequé mis lagrimas y como si estuviera frente a él dije:

—Aunque no estés aquí, te amaré.

Para Quedarme En Tus Recuerdos. COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora