XII

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Espero que les hayan prestado atención a las fechas, son importantes. En fin Disfruten de Cap!!

13 de Marzo 2010

Las cosas cambian y para cuando nos damos cuenta de ello, ya es muy tarde. El tiempo no se detiene por nada ni por nadie, aunque a veces juremos sentirlo así, el fluye y cae cual granos de arena en un reloj que nadie logra detener. Podemos ser jóvenes pero no tontos, podremos ser adultos y ser tontos, así como también podemos ser ignorantes a cualquier edad, muchos tienen preocupaciones que jamás las demuestran, siguen teniendo una máscara impecable y no despiertan sospechas, pero en ocasiones, la máscara es demasiado grande, despampanante y pesada e inevitablemente, cae.

Prácticamente Steven es una de esas personas, es como si tuviera una máscara, un escudo que no deja que alguien vea más allá, él sólo guarda silencio mientras muestra su perfecta dentadura y la sombra de un hoyuelo. Ha pasado más de un año, estuvimos juntos en Noche Buena, en Año Nuevo, en mi cumpleaños...Siempre se mostró feliz, pero sin que él se diera cuenta yo notaba que sentía que algo más tenue que la felicidad brillaba en sus irires y permanecía ahí día y noche como una cortina. Pueden llamarme cobarde por no preguntarle, pero ha cambiado su actitud, ya no ignora el tema sino que se pone a la defensiva, ya no sólo sonríe ahora se enfada y se retira. La primera vez que pasó fue que cuando uní el valor de preguntarle por primera vez lo que le pasaba, preguntarle el porqué de su encierro mental, de su miedo a contar sus inquietudes, pero no resultó de la manera en que lo imaginaba.

Estábamos de nuevo en el parque, los dos solos esta vez, hablábamos de cualquier trivialidad, hasta que noté como se quedaba callado y sólo miraba a un punto fijo, le pregunté lo que sucedía y solo me respondió:

Sé bien que quieres saber más de mí pero no lo harás, no ahora.

De pronto se levantó con brusquedad y se marchó, dejándome aquel día con una gran duda, a partir de ese instante todo cambió. Pensaba que sólo lo dejaríamos pasar pero al parecer no pensamos igual, desde entonces sólo teníamos conversaciones cortas y duras, ya no durábamos toda una noche por chat, ahora sólo nos enviábamos un "Buenas noches" a una hora tan temprana como las 8, sé claramente que él no quería que insistiera más, pero fui estúpida, sabiendo las consecuencias me importó un carajo, le insistí, recibiendo ésta vez un suspiro cansado y un golpe fuerte en la mesa, luego se largó dejándome sola de nuevo, admitiré que ese día unas cuantas lágrimas me traicionaron porque en serio me dolió.

— ¿Harás algo hoy? —Me preguntó mi madre entrando al balcón —puedes salir, cariño, tu padre y yo nos iremos.

—No creo que quiera salir hoy... —Le dije inclinándome de nuevo en la barandilla.

— Está bien —La vi sobre el hombro apretar los labios mientras se acomodaba el cabello —De todas formas avísame si ocurre algo —Cerró la puerta de cristal a sus espaldas.

Tras observar el auto de mis padres acelerar y desaparecer de mi vista anudé mejor la bata que cargaba puesta y entré a la casa, el silencio era lo que me acompañaba esa tarde. Hacía un buen día pero mis ánimos no estaban tan buenos. Bajé las escaleras quedándome a dos escalones del piso de abajo cuando escuché el timbre. Dudé un segundo en si fingir que no había nadie en casa o ir y recibir a la persona, la primera era tentadora pero se me vino a la mente que posiblemente sean algunos de mis padres que se les olvidó una cosa.

Terminé de bajar con un salto, troté hasta la puerta y antes de abrir me asomé como pude por la ventanilla que estaba un poco alta. No pude ver nada, abrí.

Miré a la persona que estaba frente a mí, sus converse negras, jeans un poco ajustados y una chaqueta cerrada. Lo miré expectante, esperando su primera palabra y sólo lo hizo después de un rato.

Para Quedarme En Tus Recuerdos. COMPLETA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora