Capítulo 26: Harry

735 100 82
                                    

-Estarás contenta, Shelby -digo tras volver a la habitación.

Acababa de ver a Matt, al que se habían llevado tras su desmayo. Cuando me aseguré de qué estaba bien y de qué había dejado de estar pálido, decidí venir a hablar con Esther.

Suspiro.

Aunque ya sabía la respuesta, tenía que preguntar... Y así salir de dudas...

- Dime que ese niño no es...

Ella asiente.

- ¡Joder, Esther! -paso la mano por mi rostro, agobiado.

- ¡No es culpa mía!

- ¿Ah no? ¿Y de quién?

Ella alza una ceja, y yo suspiro de nuevo.

- Ya... Supongo que también es cosa mía.

Nos mantenemos en silencio durante varios minutos, hasta que ella decide romperlo.

- Sabes que le quería, Harry, y tú también. Ninguno quiso esto. Yo estaba borracha y...

- Esther - la interrumpo- No hay excusa.

- Lo sé... -susurra bajando la cabeza.

Me siento en una silla y me entierro entre mis manos. Pero las aparto al darme cuenta de que en esta misma postura estuvo Matt hace tan sólo unas horas.

Matt...

Alzo la cabeza ligeramente, sin atreverme del todo a mirar a Esther.

Alzo la cabeza ligeramente, sin atreverme del todo a mirar a Esther

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

- No puede enterarse... -balbuceo.

- ¿Y qué vas a hacer? ¿Ocultárselo toda la vida? ¡Vais a casaros!

- ¡Si se lo digo no! -grito levantándome de la silla.

Ella se calla unos instantes y aparta la vista incómoda. Durante ese tiempo, tan sólo se dedica a acariciar el cabello del niño.

- Se merece saber quién es el padre... -susurra tras meditar bien qué palabras emplear. Pero supongo que no se le había ocurrido ninguna forma de suavizarlo.

Y es que no la había.

Esto es horrible...

Matt es, sin duda, la mejor persona que conozco. Y ahora, había descubierto en tan sólo unos minutos que su novia le había engañado, y que el bebé que esperaba desde hacía meses no era suyo.

Aunque nunca lo admitiera en voz alta, veía su cara al volver de las pruebas o de comprar ropa. Le gustaba la idea de ser padre.

Estaba encantado.

Y Esther... Ella... Nosotros le habíamos arrebatado eso.

- ¿Sabes qué no se merece? -digo apuntando a la chica con el dedo, que me temblaba por los nervios, acompañando mi voz quebrada por las lágrimas que empezaban a aflorar- No se merece nada de esto. Y lo sabes.

- También tú t...

- ¡Lo sé! -la interrumpo- ¡Deja de decirlo!

Ella se calla. Y al principio creo que es por el tono de mi voz, pero luego descubro el verdadero motivo por su forma de mirar al umbral de la puerta.

Allí. De pie. Llorando y demacrado. Apoyado en el marco. Estaba Matt.

Abro la boca para explicarme, o tal vez para simplemente preguntar cuánto había oído

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Abro la boca para explicarme, o tal vez para simplemente preguntar cuánto había oído.

Pero no me da tiempo ni a uno ni a lo otro.

Antes de poder articular algún sonido, Matt ya ha abandonado el cuarto y corre hacia el exterior del hospital.

Y ni cuando discutimos, ni cuando rompimos, ni cuando Esther le golpeó... Le había visto tan desolado como ahora.

Ella le había destrozado... Nosotros lo habíamos hecho.

INSIDE: A Shumdario FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora