Capítulo 19: Matt

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Capítulo dedicado a @alejandro_red, como premio por ganar el concurso de fanfics de @alecsarc via instagram.

- No puedo creer que hayas hecho una cosa así -respondo con sequedad.

Los ojos de Harry me miran suplicantes, exhaustos de haberse pasado casi una hora discutiendo este tema conmigo.

- Matt, eso no es así.

- ¡Es justo así! ¿No te bastaba yo? Tenías que... ¿buscar a otro hombre?

- ¡Matthew, joder, no exageres!

- No. No exagero.

Estaba dolido. Muy dolido. Tremenda y absolutamente dolido. Pero puede que al decirlo en voz alta, el motivo de mi enfado sí que sonara un poco a gilipollez...

- Como se llama -continúo tras una pausa, y también tras pasar mi mano por el pelo en un intento de tranquilizarme.

Solía tener ese "tic": acariciarme el pelo al tiempo que paso mi lengua por mis labios. No es que me ayudara a pensar, pero sí a afrontar mejor las cosas.

- Alejandro -responde él.

Suelto un siseo. Alejandro. Ya. Claro.

- ¿Méxicano? -pregunto.

Él asiente.

- David le conoce, y dice que es el mejor. Y espera a ver como se anuncia... Alejandro Rojas, el gran wedding-planer de USA.

- Así que es un fan.

- Sí, ¿y? ¡Es el mejor organizador!

- ¡Pero es que yo no quiero un organizador!

Repito el gesto: pelo, labios, respirar hondo.

- Cuándo viene.

- Llegará en unos minutos. Por favor, compórtate, ¿vale? Si no nos gusta, sólo tendremos que decírselo.

Asiento en silencio y, como si el cruel sino se burlara de nosotros, en ese momento llaman al timbre.

Ante nosotros aparece un joven de pelo negro y amechado, moreno y con los ojos castaños... Odiaba reconocerlo, pero tenía un aire a Magnus Bane. Con esa chaqueta de terciopelo rojo y remaches dorados; y esa brillante sonrisa que exhumaba completa felicidad por cada uno de sus poros.

- Alejandro Rojas, supongo -bufo.

Hasta el nombre venía con la vestimenta...

- Supones bien, mi guapo amigo -dice él con una sonrisa al tiempo que me guiñaba un ojo, poniéndome de los nervios al instante.

¿Por qué cojones necesitábamos un organizador o lo que sea? ¡Es una jodida boda! Y es nuestra, de nadie más. Deberíamos poder elegir nosotros como queremos que sea. Y no ese... ese...

- Soy Alejandro Rojas, el gran wedding-planner de USA.

Ese fan...

- Adelante -dice Harry, apartándose de la entrada para darle paso.

Él entra, como si estuviera por su casa, observando y analizando todo a su paso. Y esos andares... tal vez sí que le llamaran así por su parecido con Magnus.

El Magnus latino.

- Me da mucho gusto conocerlos por fin, chicos. Debo decirles que soy un gran admirador de su trabajo en la serie. Creo que, como muchos fans, me emocioné al saber que Shumdario era real. ¡Ya tenía la esperanza! Y ser el organizador de su boda... -deja la frase al aire, expresando su euforia por el momento.

Quizá no me caiga tan mal...

Tras una pausa, se sienta en una de las sillas de mimbre del salón, y se cruza de piernas, instándonos a que fuéramos al sofá.

Una vez lo hemos hecho, sigue hablando:

- Quiero que hagamos de esta boda algo grande. ¡Que incluso la reina seelie sienta celos! Pero, para esto, necesito que me digan una palabra que les identifique. ¡La primera que les venga a la cabeza!

Me detengo a pensar unos instantes, y finalmente digo:

- Clásico.

Porque sí, respecto al tema de las ceremonias, digamos que siempre he sido muy "tradicional"; dijo el recién descubierto gay que va a tener un hijo de su ex pero se va a casar con su compañero de trabajo, que puso los cuernos a su esposa por él...

El compañero, que no se tomaba muy en serio la conversación, pues enseguida dijo su palabra:

- Caliente.

- ¡Harry! -le reprocho, aunque tengo que aguantar una risa.

- Es una excelente palabra, estoy totalmente de acuerdo -dice Alejandro, ocultando también una sonrisa- Aunque pensaba en algo más... descriptivo, y menos sexual. ¡Guarden un poco para la luna de miel!

- Oh, no te preocupes, lo haré -dice Harry, guiñándome un ojo.

Yo enrojezco al instante. Si bien había aprendido a acostumbrarme a esta clase de comentarios por su parte; una cosa era decirlos a solas, y otra muy distinta, delante de aquel chico.

- Bueno, ¿empezamos?

Alejandro saca su móvil y nos enseña un pequeño collage que había hecho en su galería. Y... ¡Caray! Lo tenía todo pensado.

- Matt, como sé que te gusta mucho el campo, he querido darle un toque agrario. La ceremonia se celebraría en una colina frente al mar, y el convite en el bosque colindante. Pero Harry, no me olvido de ti. Eres un chico de ciudad, y por ello quiero luces. ¡Muchas luces! Siempre sin hacer sombra a la llama de vuestro amor, por supuesto.

 ¡Muchas luces! Siempre sin hacer sombra a la llama de vuestro amor, por supuesto

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Yo sonrío.

- Está... bastante bien -admito.

- ¿Ves? Hombre de poca fé -me recrimina Harry en un bufido, provocando que yo ruede los ojos y él comience a reír.

- Solo queda un pequeño detalle, la comida.

- Bueno, creo que entre carne y pescado queda bastante claro... -susurro.

Harry me mira con una dramática expresión de sorpresa.

- Matthew Daddario, ¿acaba de hacer una broma respecto a su orientación sexual?

Yo sólo puedo reír a carcajadas, asintiendo mientras lo hago.

Hasta Alejandro ríe.

- No, chicos, yo había pensado en algo más explosivo. ¿Me entienden? Bueno, aunque no son de allí; tienen raíces en Italia por parte de Matt, y en China por parte de Harry. ¿Qué les parece un buffet fusión italo-asiatico?

Demasiadas palabras para mí.

- Uhm, claro, lo dejo en tus manos. Sólo tengo una única condición.

- Claro, la que sea.

- Los trajes. Eso, es cosa nuestra.

Él asiente sin dudarlo.

- Este será el mejor día de su vida, se lo aseguro. Han encontrado su hilo rojo, su otra mitad. Un amor digno de los libros de historia. Y eso es justo lo que haremos... Historia.

INSIDE: A Shumdario FanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora