Perfección.
Según internet, algo perfecto es aquello que tiene todas las cualidades requeridas o deseables. Según yo, su definición se puede decir con tan sólo una palabra: Shumdario.
Y es que a Harry y a mí no podían irnos mejor las cosas.
Lejos había quedado aquel tiempo en el que teníamos que escondernos de la prensa, o incluso de nuestros propios amigos o familiares.
Ahora, no es sólo que pudieramos hacerlo público; es que además... Estábamos viviendo juntos.
Harry firmó los papeles del divorcio la semana pasada, y se vino a vivir a mi piso. Y cada día... Joder, era mejor que el anterior.
Ayer mismo, cocinó para mí. Estábamos viendo la tele cuando, así sin más, se colocó uno de los delantales y se fue a la cocina.
Sacó varias cosas del frigorífico, y le pegó un mordisco a una zanahoria mientras me miraba, retándome a sacar ese lado pervertido que tan oculto tenía pero que él siempre lograba encontrar.
Y lo que empezó siendo como un simple almuerzo, acabó en una guerra de comida y en una posterior guerra, un poco diferente, en el dormitorio.
Esta mañana habíamos tenido que limpiar el desastre, pero a ninguno le importó. Estábamos juntos, ¿qué más daba lo demás?
Y ahora mismo estábamos allí, tirados en el sofá y disfrutando de nuestros días libres.
Harry estaba tumbado sobre mi regazo, y yo le acariciaba el pelo con suavidad.
- Me encanta el nuevo peinado de Magnus, ¿te lo he dicho? -susurro con voz ronca.
- Unas cien veces -dice él con una sonrisa- ¿Y yo te he dicho que me encanta esa voz que se te queda tras una noche entera gritando?
Esta vez no enrojezco. Nuestro nivel de confianza había llegado a tal punto, que podíamos hacer esta clase de bromas sin sentirnos en ningún compromiso.
Algo, que nunca logré con Esther.
- Uhm unas cien veces -respondo también sonriente, antes de dejar un beso en su frente.
Pero entonces suena mi móvil, y tras ver aquel nombre en la pantalla, decido que es mejor hablar en otra habitación; en algún lugar dónde él no pudiera oírme.
- Ahora vuelvo -digo mientras me levanto, al tiempo que Harry suelta un quejido por verse apartado de mí.
Yo le beso en los labios y me voy a nuestro dormitorio.
Nuestro dormitorio... Qué bien sonaba eso.
- Hola -respondo al teléfono. Y me doy cuenta de que mi voz ya no suena dulce y suave como con Harry, sino que había adquirido un tono frío y desdeñoso sin tan si quiera proponérmelo.
Al instante; un cúmulo de quejidos, sollozos y gritos llenan el auriculas. Y, aunque sólo soy capaz de entender unas cuantas palabras, es suficiente para mí.
El mundo se cae a mis pies.
Todo lo que había creado. Todo lo que habíamos formado Harry y yo, destruído para siempre en un momento con tan sólo tres simples palabras.
Vuelvo al salón, y veo mi reflejo en espejo al pasar: Mi piel pálida, mis ojos cansados y sin brillo... Pero sobretodo, mi cara de terror mostrando el estado de shock del que aún no había conseguido salir.
En cuanto me ve, Harry se acerca a mí y me envuelve con sus cálidos brazos; completamente en silencio y con una mirada de tremenda preocupación en el rostro; dándome tiempo a que ses capaz de decirle qué ocurre.
Tras unos instantes, por los que mataría para que fueran eternos, trago saliva y balbuceo al fin:
- Esther está embarazada.
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INSIDE: A Shumdario Fanfic
Fiksi PenggemarHarry Shum Jr. y Matthew Daddario interpretan a Magnus y Alec en la serie Shadowhunters; pero fuera de escena, la magia es real. Y es que sólo una cámara separa el Malec del Shumdario...