París. La ciudad del amor. Me habría gustado tanto venir con Matt en otras circunstancias...
Pero hoy era la Roster Con. Así que no sólo es que estuvieramos enfadados, es que además, veníamos por trabajo.
Y tendríamos que aguantar tantas preguntas acerca de nuestra relación, y Shelby y Esther, y Malec, y Shumdario... Sólo de pensarlo, me iba a estallar la cabeza.
No puedo ocultar que, en el fondo, esperaba que Matt tuviera alguna sorpresa preparada.
París. La ciudad del amor. ¿Qué mejor lugar para arreglar lo nuestro?
Pero allí estaba él, completamente dormido; apoyado en la ventanilla del autobús. No parecía tener ninguna idea en mente. Si fuera así... estaría estresado.
Matt es un chico muy controlador: si algo no le sale bien, puede acabar en un ataque. Por eso, es pésimo para las sorpresas. Se pone muy nervioso y acaba desvelándote todo su plan. Como aquella vez en el cumple de Em...
Y luego estaba de lo que Esther siempre se quejaba: No es nada romántico.
Pero aunque mi cabeza sabía todo esto, mi corazón parecía no querer entenderlo: se aferraba a la posibilidad de que, si pudo hacer lo de la rosa, podría hacer algo más.
Y hablando de esa flor... Aún la seguía teniendo. La llevaba a todas partes. Claro que, empezó a perder su color; así que la metí en un libro para que se conservara bien y, una vez estuvo completamente plana y seca; la llevé a una tienda para que me la metieran dentro de un llavero.
Y ahora, estaba siempre conmigo.
Y ojalá Matt también lo estuviera...
El autobús se detiene. Algo extraño, pues aún estábamos a varios kilómetros de la convención.
Miro a los demás, pero todos seguían charlando animadamente. ¿Qué estaba pasando?
Vuelvo a girarme, y Matt estaba de pie ante mí; con una brillante sonrisa en el rostro.
- ¿Qué haces? -pregunto confuso. ¿Y cómo se había movido tan rápido? ¡Estaba dormido!
Él me coge de la mano.
- Ven.
No dice nada más, y me arrastra fuera del vehículo. Puedo notar las miradas de los demás pegadas a mi nuca. Y eso, sumado a las risitas y los murmullos, me estaba volviendo loco.
Tengo que tragar saliva para tranquilizarme. Mis manos me temblaban. ¿Cuándo habían empezado a temblar?
Seguro que lo estaba notando... Soy patético.
Matt sigue andando, y baja de un salto. Estábamos detenidos junto al Puente de las Artes, aquel plagado de candados; de deseos de enamorados.
Ay, París. La ciudad del amor.
Pero era imposible que tramara algo así, ¿no? Matt, aquel que ni pudo ocultar la tarta de fresa que teníamos escondida para Kat en la nevera del estudio. Matt, aquel que se pone nervioso en cuanto le dices que no puede contar algo.
Matt... Aquel que me miraba con una sonrisa y un candado en las manos.
- Sabes como funciona, ¿no?
Yo trato de hablar, pero ningún sonido sale de mis labios. Juraría que mis ojos brillaban y mis mejillas estaban encendidas. Y, al mirarle, y verme reflejado en él; pude ver que era cierto.
Él suelta una risa al ver que no digo nada, y sigue hablando:
- Se pone el candado aquí -dice mientras lo coloca en la verja de alambre que había junto al puente- Y se pide un deseo.
Saca la llave del candado y la lleva a sus labios.
- Deseo estar siempre juntos... -susurra, derritiendo por completo mi corazón.
A continuación, la pone en mi mano. Y yo ya sabía lo que hacer.
Con todas mis fuerzas, la lanzo al río. Y observo su trayectoria hasta que un débil "chof" me indica que ahora forma parte de las aguas de París.
Le miro a los ojos. A Matthew. A mí Matthew.
Y le abrazo con fuerza, enterrando mi cabeza en su cuello. Desde el bus, todos nos miran con un ohhhh, que hace que ambos comencemos a reír.
Pero es que ese, es el efecto de Shumdario, ¿no?
París. La ciudad del amor... Gracias por devolverme a Matt.
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INSIDE: A Shumdario Fanfic
FanfictionHarry Shum Jr. y Matthew Daddario interpretan a Magnus y Alec en la serie Shadowhunters; pero fuera de escena, la magia es real. Y es que sólo una cámara separa el Malec del Shumdario...