- ¿Estás seguro de esto, Matt? -susurro contra sus labios, con la respiración completamente agitada.
Él se separa con suavidad y me mira a los ojos.
- He tenido un día muy duro, Harry. Sólo quiero sentirme amado -susurra también.
- Yo... yo te amo...
Mierda, aún me cuesta decirlo.
- Lo sé.
Tras decir esto, comienza a besarme de nuevo, deslizando la mano que descansaba sobre mi cuello, hasta mi espalda.
No puedo evitar soltar un pequeño jadeo en sus labios, lo que provoca una ligera sonrisa por su parte.
Me separo de él con suavidad y comienzo a desabrocharme la camisa, de forma lenta y pausada para provocarle.
Matt gruñe en señal de protesta y suelto una pequeña risa, que pronto él imita.
Pero la suya suena algo diferente.
Aun habiendo hecho esto mil veces, él se seguía poniendo tan nervioso como la primera vez.
- ¿Todo bien, Matty?
Él abre la boca para protestar de nuevo, pero sabía lo que iba a decir. Y, en lugar de dejarle hablar, le callo con un beso mientras comienzo a introducir mis manos entre su pantalón.
Esta vez, es él quién jadea.
- Desnúdame -susurra.
Y más que una orden, parecía una súplica. Una súplica que yo estaba dispuesto a cumplir.
Con un rápido movimiento le quito los pantalones, y es entonces cuando le agarro por los muslos mientras le levanto la camisa suavemente, para comenzar a besarle el vientre.
Desde ahí voy bajando. Matt me sujeta del cabello y me empuja hacia él, queriendo más.
- Desnúdame -susurro esta vez yo, contra su piel, provocando que ésta se erizara por completo.
Él traga saliva y no tengo que pedírselo dos veces. Pronto está sobre mí, y pronto yo me encuentro totalmente desnudo, a excepción de los bóxers.
Matt se sube sobre mi cuerpo y pasa las manos sobre él. Y están calientes. Un calor dulce y familiar, pero también potente y cargado de erotismo.
Mi espalda se enarca conforme siento su paso sobre mi piel.
¿Cómo puede alguien provocarte tanto con tan sólo rozarte?
- Matt -jadeo- Quítamelos.
Él sonríe mordiéndose el labio, siendo plenamente consciente del control que ejerce sobre mí.
Podía ser un chico muy inseguro a veces, pero en la cama...
No hace falta más que recordar aquella noche en el motel, cuando fue él quién tomó las riendas.
Pero esta noche, yo era el jinete.
Ya desprovisto de esos molestos bóxers, y ya habiéndole quitado los suyos también, le tiro sobre la cama y empiezo a besarle el cuello con pasión.
Y son esos besos los que recorren su cuerpo:
De su cuello a su hombro.
De su hombro a sus pectorales.
De sus pectorales a su vientre.
Y de su vientre a su...- ¡Harry! -aúlla mi nombre con fuerza, viéndose obligado a morder un trozo de manta para no hacer todavía más ruido, si era posible.
- Date la vuelta -susurro.
Y él obedece dócilmente.
Yo le tomo de la mano, como siempre. Dándonos fuerza el uno al otro.
Uno la necesitaba para dar, y el otro para resistir...
- Harry -vuelve a gemir.
Yo beso su columna, agarrado a él, mientras suaves y rítmicos golpes mueven su cuerpo.
- Harry -gime.
Le agarro con más fuerza y aumento la intensidad.
- ¡Harry!
Llaman a la puerta. Pero ni de coña voy a detenerme.
- ¡HARRY! -gime una última vez, antes de llegar al orgasmo.
Yo me dejo caer a su lado, exhausto. Mis músculos se relajan al instante, al igual que los de Matt.
Le separo un pegajoso mechón de su frente sudorosa, y él me mira jadeante mientras lo hago.
- De-deberías abrir -logra decir a los pocos segundos.
Oh, mierda, la puerta.
- No te muevas -susurro tras darle un beso en la frente y levantarme.
Aunque, por supuesto, sabía que no iba a hacerlo.
Me visto rápidamente y abro. Pero quien me encuentro al otro lado... Eso jamás lo habríamos esperado.
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INSIDE: A Shumdario Fanfic
Fiksi PenggemarHarry Shum Jr. y Matthew Daddario interpretan a Magnus y Alec en la serie Shadowhunters; pero fuera de escena, la magia es real. Y es que sólo una cámara separa el Malec del Shumdario...