El acuerdo © |TERMINADA|

#1 Eres una verguenza para Cenicienta

—¡Juli! arriba, ya es tarde  —si algo me molesta mucho es tener que levantarme temprano en invierno con mucho frío. —. No te quejes cuando nos reten.

A regañadientes me levanto, me ducho y me alisto para ir a la universidad. Voy a la sala donde está Camila con el desayuno.

—Pesada. —digo molesta ya que no me gusta cuando me gritan, ella sonríe inocentemente.

—Menos mal mujer, ahí está el desayuno.

Que pesada puede ser la gente cuando quiere ¿no? Desayuno café con leche con galletas de avena que prepara Camila, una delicia. salimos corriendo para ir a la universidad, que podría ir tranquilamente si me levantase temprano.

Llegamos al edificio, pero con Camila y Gimena vamos en salones distintos ya que cada una estudia cosas diferentes, yo estudio medicina, Camila estudia administración de empresas y mi hermana estudia Geología.

—¡Ey Gime! ¿por qué saliste temprano hoy? —le digo ya que es raro que no venga junto a nosotras.

—Es que tuve que ir a hacer unos tramites nada importante ¿ustedes amanecieron bien?

—Sí, desperté muy bien, aunque una mosca pesada estaba molestando. — siento un codazo en mi estómago, veo a la provocante del golpe y está Camila enojada cruzada de brazos.

—Mosca tu abuela. —se da vuelta y se va enojada.

Dos horas más tarde...

—Menos mal, Dios, ya no aguantaba más esa clase. —de verdad detestaba esa materia, bueno a la profesora

—¡Juli! ¡Juli! —me grita alguien de lejos

Sólo había una persona que me llama de esa manera. Me doy vuelta y veo a la dueña de la voz. Rocio, mi mejor amiga de la escuela,  dejó la ciudad cuando nos graduamos y se fue a Buenos Aires a estudiar. Por eso no me cierra  la idea de que esté haciendo aquí pero me emociona y me siento feliz, hace mucho no la veo.

—¡Rocio! —dejo escapar un grito cuando la veo, todos nos miran raro, parecemos dos locas.

—Tanto tiempo sin verte, te extrañe mucho. —dice abrazándome.

—Yo tambien te extrañe muchísimo. —dije con una sonrisa en la cara.

—¿Cómo estás? Tanto tiempo sin verte. —dice ella limpiándose las lágrimas de sus mejillas.

—Bien, bien ¿tú? —a ella le conté lo de mi ex-novio por teléfono pero sé que querrá que le cuente todo de nuevo con lujo de detalles.

—Un poco cansada por el viaje pero estoy mejor.

—No te lo tomes a mal pero ¿No tendrías que estar estudiando en Buenos Aires?

—Me vine por que mi mamá extrañaba mucho, toda la familia vino. Mi hermana enfermo y hemos venido a verla. —habla con desgano, estoy triste por su hermana, pero también feliz  porque está aquí. 

—No mal interpretes, pero que genial amiga, ya veras que todo estará bien y que ella mejorara. 

—Y ¿tú? Cuéntame de tu vida ¿algún pretendiente? —mueve sus cejas pícaramente.

Suelto una carcajada.

—No, ninguno, siguen siendo todos iguales. Después  de lo que me pasó ya no creo volver a estar con un hombre por mucho tiempo.

—Juli ya tienes que olvidarte de eso, date una oportunidad de amar nuevamente. —deja una mano de en mi hombro.

—Ya, ya, vamos a mi casa. —cambio de tema porque realmente me pone mal hablar de Javier.