#29 Blanco paloma no existe.

172K 10.6K 849
                                    

Benjamín

Son las 22:00pm y ella aún está estudiando, yo ya me estoy aburriendo.

No dejo de pensar en el beso que nos dimos en la cocina, se sintió tan bien, su cercanía, su calor, no puedo negarlo pero tampoco admitirlo. Mientras la observaba beber su tasa de chocolate no pude evitar mirarla es tan hermosa, tan sencilla, es simpática y divertida, su cuerpo es bellisimo.

Y es tan distinta a Jennifer, sé que no es bueno compararlas pero son el agua y el aceite, recuerdo que Jennifer trataba mal a Rosa pero estaba tan enamorado que le pedía a Rosa que la entendiera por mi y ver que Julieta la trata bien y defienda es increíble.

Pensándolo bien no es tan malo pasar tiempo con ella, es como si quisiera que nunca se fuera. Digo, es bueno estar acompañado por alguien con quien te llevas bien, ella es mi amiga y cuando uno está con amigos disfruta de su compañía, y no quiere alejarse de ellos. Obvio que con Fernando y David no es tan así.

Ella me atrae mucho más de lo que esperaba y quería, pero no es sólo eso, su forma de ser es la que me sorprende. Es un abismo al que si saltas no sabes lo que hay, tal vez hay todo o tal vez nada. Es como meter las manos al fuego, no sabes si lo vale o no.

—¿En qué está pensando Benjamín? —miro a Rosa que ha llegado del supermercado— O mejor dicho ¿en quién?

—En nada y nadie Rosa —me levanto del sofá y me dirijo a la cocina.

Rosa llega después de mi y pone lo que ha comprado sobre la isla de la cocina, la ayudo con la mercadería que va en la alacena de arriba.

—¿Y Juli? —pregunta Rosa pasándome latas de arvejas para colocarlas arriba en el mueble. 

—Está estudiando. Rosa pásame aquellos también —digo señalando otros tarros.

—Espero que ella siga siendo la indicada.

—¿De qué hablas Rosa?

—No, de nada ¿ya eligieron las fotos para el video que pidió su papa?

—No, eso lo veremos la semana que viene.

—¿Y con el sacerdote también hablaron?

—Sí, de hecho mi papá habló con el cura, ya está lista la fecha.

—¿Cuándo es?

—El tres de septiembre, dos dias después de mí cumpleaños.

—Eso es estupendo, doble fiesta.

—Bueno. Algun beneficio debe tener esto.

—Benjamín ¿a usted le molesta la compañia de esa chica? —creo que pregunta eso por mi gesto.

—No me molesta Rosa, sólo que me hubiese gustado conocerla en otras circunstancias.

—¿Otras circunstancias?

—Sí, tal vez hace diez años atrás... Cuando no le tenía miedo al amor.

—¿Y ha logrado sentir algo en estos días?

—Bueno es cariño pero como un amigo, no puedo abrirle el corazón tan fácil después de lo que pasé, y no creo que ella este interesada en mi.

-¿Es decir que si tiene miedo de abrirle el corazón es porque ya está sintiendo algo? —¡¿Qué?!

Más que preguntar, lo ha dicho como si estuviera confirmando.

—No Rosa, para nada, no siento nada más que amistad por ella. No creo poder enamorarme después de todo lo que pasó, no quiero.

El acuerdo ©                               |TERMINADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora