—Como me gustaría detener el tiempo justo aquí —digo y abrazo a Ben— Donde nadie nos interrumpe... Bueno está la música depresiva del vecino pero podemos lidiar con eso —rio y escucho una risa de su parte, extrañaba tanto escuchar su risa.
—A mi no ¿sabes? —me acomodo para mirarlo y está serio.
—¿Por qué?
—Porque una persona no puede ser feliz así.
—¿Asi cómo? Sé más específico.
—Asi con hambre mi amor —suelta una carcajada y yo golpeo su hombro.
—Idiota, me asustaste —digo fingiendo seriedad pero no puedo, termino riendo junto con él— Pues si tienes hambre hay una hermosa cocina que puedes usar.
—Pero yo quiero que tú, mi ahora amante, me cocine —¿escuché mal o dijo amante?
—¿Cómo me has dicho?
—Amante —dice con su mirada llena de diversión.
—Tendría que molestarme —de hecho lo estoy— Pero ahora que pienso, tú también eres el mío —su diversión cambia por enojo.
—Que yo sepa cariño, tú has estado sola todo este tiempo.
—Eso crees tú cielo —guiño un ojo.
—¿Quién es el idiota? —se sienta en la cama ya que yo me he levantado envuelta en las sábanas y voy directo al baño.
—Oh tú lo conoces —se levanta también de la cama y entra junto conmigo, yo por mientras abro la ducha y dejo que el agua salga— Vamos Clark, piensa —lo animo.
—No me digas que es Luke —sonrío y veo como sus manos se cierran en puños.
—No —sus ceño se frunce y yo comienzo a reír pero le estoy dando la espalda— Fallaste.
—Ponerme celoso no le servirá mucho señora Clark.
—¿Yo lo pongo celoso señor Clark? —finjo sopresa. Él se acerca y su cabello es mojado por el agua, al igual cuerpo. Se acerca a mi oido— Será mejor que se vaya despidiendo de ese idiota.
—¿Cómo se despide de alguien que no existe señor Clark? —sonríe y me besa. Es dulce, suave, no hay prisa en ésto y por mi está perfecto así.
Después de amarnos bajo el agua nos bañamos y vamos a la cocina. Benjamín se ha quedado con su bóxer y llamó a Simón para que le traiga ropa cómoda. Ahora viste un jean negro y su torso lo ha dejado desnudo mientras yo solo tengo puesta su camisa y mi ropa interior. Ahora estamos viendo qué cocinar, bueno, más bien Benjamin estaba viendo qué cocinar, dice que quiere sorprenderme.
—Quemarás tus neuronas Clark si sigues pensando —rio y él me mira con mala cara.
—Ya te dije que haré de cocinar, lo bueno se hace esperar cariño —me guiña un ojo.
—Benjamín eso se dice de los vinos —rueda los ojos.
Saca cebolla, pimiento, carne, unas verduras y comienza a picar los ingredientes. Lo hace de forma lenta, parece que le costara, a mi me causa ternura, no puedo dejar de mirarlo. Me levanto y voy hasta él.
—Deja que te ayude —le doy un golpe de cadera a la suya, y eso le causa risa. Corto la cebolla y empiezo a llorar a causa de la cebolla.
—Cielo ya te dije que no me iré —dice y yo finjo lloriquear más.
—Es que Benjamín no puedes irte con Dav, yo te amo —su cara cambia a molestia y yo me rio. Paso mi dedo por harina y le paso por su cara. Trata de disimular una risa pero no puede, me toma por la cintura y me da besos cortos y rápidos en mis labios.
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El acuerdo © |TERMINADA|
Lãng mạnToda mujer sueña con su principe azul montado en su caballo, con su espada, escudo y ser rescatada del villano, luego casarse y vivir felices por siempre . Pero... Mi vida no fué asi. A mis 22 años de edad me dí cuenta que eso era mentira. Yo cre...