El acuerdo © |TERMINADA|

#63 Ya eres libre idiota

¿Alguna vez has sentido ese dolor de querer abrazar a alguien que tanto amas pero no puedes?

Aunque quisiera hacerlo, no puedo porque él me ha hecho demasiado daño, no puedo darle el poder de dañarme otra vez. Él decidió irse y con ella. Nada me duele tanto como este momento, tenerlo cerca pero tan lejos. Ni el dolor de la traición de Javier fue tan grande como el dolor que siento ahora. Está claro que mientras más amas más duele.

Aunque quisiera abrazarlo, besarlo y decirle lo mucho que aún lo amo y lo que lo he extrañado durante estos tres meses, no corresponda que lo haga yo, es él quien tiene que pedir perdón pero veo tan lejos esa intención. No puedo evitar las ganas de golpearlo, gritarle e insultarlo. Pero debo comportarme como toda una profesional, debo dejarle en claro que lo he superado.

"Y también dile que santa existe"

Reclama mi subconsciente, okay, no le he superado pero por lo menos debo fingirlo. Él no merece saber que aún duele, que duele tanto que a veces siento que falta el aire. Es increíble lo dependiente que me volví a él, pero ¡Que carajo! ¿cómo iba a saber que él me dejaria?

Volviendo a la situación, todos me miran sorprendidos, menos él y la estúpida de Jennifer, a la cual puedo verle una cara llena de satisfacción, llena de triunfo.

—¿Qué hacen aquí en la empresa? —repito la pregunta. Mi tono neutral parece sorprender a todos y puedo decir que hasta Benjamín lo hace.

—¿Recuerdas que te dije que contratariamos a los mejores arquitectos? —asiento— Bueno, en la empresa de ellos están —¿ellos? Siento un nudo en la garganta.

—No me interesa, yo no haré ningún tipo de contrato con ellos —respondo con un tono firme y frío.

—Me temo que ya es tarde Anderson —escuchar su voz hace que mi estúpido corazón comience a palpitar sin control— Mi padre y James firmaron un contrato con la empresa. —mi enojo se hace presente, por instinto cierro la mano en puños y trato de contener mi respiración.

—¿Por qué carajos hacen las cosas sin preguntarme? —hablo con el tono de voz alto.

—Parece que tu opinión aquí no es importante —habla la idiota de Jennifer. Quiero gritarle muchas cosas, pero sé que es lo que ella quiere. No le pienso dar ese gusto.

—Claro que lo es —habla Dav— Sólo que ya no nos importa quienes hayan sido ustedes en nuestras vidas, nos da igual quienes sean. Si son la empresa de mejor arquitectos está bien, haremos con ustedes las reconstrucciones de los hoteles —habla Dav marcando su indiferencia en su tono de voz— Somos profesionales y sabemos separar los problemas personales de los profesionales, tal como ustedes —y Dav les dio donde más les duele.

—Pero eso no lo parece para tu querida amiga —habla la zorra.

—Está más que claro su reacción, ella está cuidando la imagen de la empresa, es obvio que no quiere escándalos —habla Fer. Me alegra que ellos dos estén aquí porque no sé que haría sin ellos.

—Tienen razón —hablo— No quiero que la empresa caiga en rumores que no valen la pena. No quiero perder mi valioso tiempo con algo nada relevante.

A estás alturas Dav y Fer están a mi lado. James está parado entre yo y Benjamín. Mi cara es neutral, no demuestro enfado, tristeza, nada. Benjamín no se merece ni siquiera que lo tenga aquí en la empresa, pero de alguna forma tiene que creer que lo estoy superando.

—María ven —llamo a mi secretaria.

—Sí señora —habla con tranquilidad, desde el día que Benjamín le dijo que era señora Clark y no señorita Anderson, está más tranquila. Aunque en estos días de mi presidencia en la empresa hemos logrado un vínculo Bueno.