Capítulo 23.

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—No es la única aquí —mencionó Pablo observando a la ventana. —Parece que están tramando algo.

A las afueras de la casa, frente al jardín se encontraban esta vez dos personas enmascaradas, mirando fijamente mientras mantenían sus celulares en las manos.

Paola y Alexa corrieron a la ventana a observar.

—¡Hay que salir de aquí!

Las chicas se alejaron de la ventana asustadas.

—¡Vamos a morir! —Taylor venia corriendo escaleras abajo, mientras gritaba. —¡No estoy lista, no quiero morir!

—¿Qué haces aquí?

Alexa comenzó a caminar a las escaleras confundida de ver a Taylor.

—Ana me iba a mostrar algo, ella sabía quién era el psicópata, ahora está muerta y pronto nosotros también.

Pablo rápidamente se alejó de la ventana, pues un objeto desconocido para todos había entrado, haciendo añicos la ventana.

—¿Qué es? —preguntó Paola mientras se acercaba. —Parece una botella, y oh Dios, es gasolina.

—Quieren quemar la casa, Paola, tenemos que irnos ya —Pablo comenzó a ver a todos lados para tratar de encontrar una salida, la puerta principal no era una opción, pues se encontrarían cara a cara con los asesinos.

—La puerta trasera —interrumpió Alexa.

Pablo corrió hasta la puerta trasera, al girar la perilla esta estaba cerrada con llave.

—No hay tiempo de buscar la llave para poder salir —Sin pensarlo dos veces, el chico comenzó a patear la puerta enojado.

—Tranquilo, debemos pensar que hacer —Paola se acercó a él, indicándole que observará hacia la sala, por donde otra botella entró por la ventana.

—¡Corran! —gritó Taylor viniendo hasta la cocina.

El plan era rociar la mayor cantidad de gasolina, para que al final un fosforo haría arder todo a su pasó.

—Está cerrada, ¿Qué hacemos? —preguntó Alexa.

—No quiero morir, por favor.

Pablo volteó a la ventana una vez más, lo que ahora pudo ver, fue un trapo viejo envuelto en llamas entrando, en el momento en el que toco el suelo, las llamas se generaron rápidamente.

—¡Ahhhhhhhh!

El chico dentro de la casa, comenzó a ver desesperado todo a su alrededor, intentando buscar algo con lo que podría romper el vidrio de la puerta.

—Podemos usar esto —Paola tomó la tostadora de la barra de la cocina, y la arrojó contra la puerta de cristal, esta se hizo añicos al instante.

—Salgan.

Cuando los chicos ya se encontraban a salvo, pudieron notar que ahora ya se encontraban acompañados.

—No podrás con nosotros —mencionó Pablo molesto.

—Solo hace falta un disparo y te mueres —una voz femenina proveniente de un enmascarado, amenazó a Pablo apuntándole con un arma directo a la cabeza. —Es hora de que todos comiencen a morir.

Grupo: Curso de inglés.

Milena: Me perece que Taylor ya está muerta.

Tyler: No digas eso, Milena.

Vicky: Tengo miedo, solo quiero que esto ya termine.

Carlos: Nadie hace nada, solo Paola y Pablo.

Psicópata En WhatsappDonde viven las historias. Descúbrelo ahora