Psicópata En Whatsapp

Capítulo 32.

Grupo: Curso de inglés.

Amber: Ahora si chicos, prepárense para lo mejor.

Ana: Esto irá tranquilo, pero para los siguientes será doloroso.

Pablo: Lo primero que deberías hacer es dejar a Ari y a Tyler.

Paola: ¡Y decirnos tu estúpida identidad!

Ana: Todo aquí es simple, no confíen en nadie.

Amber: Eso es cierto, de seguro nadie se puso a pensar que yo podría estar viva, ¿Cierto?

Manuel: La verdad yo me puse feliz de que estuvieras muerta, me tenías harto.

Amber: Y yo estaré tan feliz de asesinarte de la forma más dolorosa que puedas imaginar.

Pablo: Ay, no creo que tus nos mates, no te dejan, tienes que pedirle permiso a tu amo, maldita esclava.

Amber: Te veré morir al final, Pablo, así que ahórrate tus palabras.

Vicky: Yo no he tratado de descubrir quién eres, por favor a nosotros solo déjanos en paz.

Ana: Todos van a morir.

Pablo: Vicky, los psicópatas no van a ponerse a razonar, tan solo harán que fluya su locura.

Nico: Me gustaría que todo fuera como antes, cuando aún estaban todos vivos.

Carlos: Oigan, ¿Ustedes no extrañan la escuela?

Amber: Yo la extraño un poco.

Ana: Yo demasiado, me encantaba imaginar cómo los iba a matar a todos, era divino.

Manuel: Yo no, los odio a todos, aunque no sería capaz de matarlos.

Alexa: ¿Recuerdan a María? Su madre está muerta.

Pablo: Cierto, se me había olvidado decirles, y tenemos nuevas noticias, Amber y María era hermanas.

Manuel: ¿Estás loco? Apenas nos dices.

Vicky: Entonces la hermana de la que nunca quería hablar María, ¿Es Amber?

Paola: Si, y ella mató a su propia madre.

Matt: Amber es asquerosa.

Pablo: Demasiado, también en casa de María encontramos a dos oficiales, me parece que alguien si quiso ayudarnos, pero terminaron mal.

Ana: Eso es obvio, agradezcan que sus padres no se preocupan por ustedes. Si no ellos ya estarían muertos.

Carlos: Yo solo quiero esperar a que esto acabe, no me interesa ni siquiera como, pero quiero que ya terminé.

Matt: Todos queremos lo mismo.

Ana: Tranquilos, ya quiero adelantar esto, pronto todos se reunirán en el infierno o en el cielo, aunque no me importa a donde irá cada uno.

Vicky: pues lo que, si es seguro, es que tú irás al infierno cuando mueras.

Amber: Ari y Tyler les mandan saludos.

Javier: ¿Quieren jugar?

Pablo: No Javier, no queremos jugar.

Ana: digan que sí, será divertido.

Amber envío una foto.

Foto:
En la foto se observa a Tyler y Ari amarrados en el sótano de alguna casa, ellos están amordazados para que no puedan gritar.

Amber: Sus amigos están impacientes de reunirse.

Carlos: Pues me parece que se quedarán esperando, porque ni loco pienso ir ahí.

Manuel: Yo sé quién si, Pablo y Paola seguro intentaran llegar a ellos.

Alexa: Muere alguien en cada investigación que hacen.

Paola: Nosotros tan solo queremos dar con el asesino.

Alexa: ¡Pues deberían ir los dos! Así uno de ustedes morirá.

Pablo: Alexa solo queremos que esto termine, deja de ser una perra.

Manuel: Yo apoyo a Alexa, solo dice la verdad, deberían dejar de intentar algo que no pueden.

Paola: ¿Si hacemos eso quién nos ayudará?

Amber: Espero que nadie, así podemos terminar esto y huir.

Manuel: La policía, tú mismo lo dijiste Pablo, ellos estaban muertos en casa de María, tal vez si llamamos nuevamente y decimos lo que está pasando, ellos nos ayuden.

Pablo: Espero y termines muerto, Manuel, te odio.

Luis: Pablo, déjalo.

Vicky: A mí no me interesa ni una mierda que es lo que hagan, solo quiero ya no ver morir a nadie.

Ana: Me encanta ver como todos se hacen mierda.

Amber: Me muero de la risa de pensar en la cara que ha de tener Paola y Pablo, todos estúpidos porque nadie los apoya.

Pablo: Ten por seguro que irás a la cárcel Amber, no me importa si muero en el intento, pero tú, el estúpido de Javier y el maldito psicópata irán a la cárcel.

Matt: Matarlos, así se terminaría esto Pablo, ya lo propuso una vez Alejandro y yo lo hago ahora.

Fuera del grupo:

El día había transcurrido tranquilo, hasta que empezó a anochecer, fue que Amber y el psicópata comenzaron a manifestarse en el grupo. Carlos se encontraba en casa de su amigo Manuel, pues obviamente confiaba mucho en él, como para acusarlo de asesino.

—No sé, Manuel, creo que todos están siendo demasiado duros con Paola y Pablo, ellos solo quieren ayudarnos, quieren descubrir quien nos quiere matar, ¿Realmente no haremos nada?

—No empieces, por favor, si quieres ir con ellos, andando, pero yo me quedaré aquí, solo avisaré a la policía.

El chico se puso de pie para caminar hasta el teléfono que se encontraba en la cocina, mientras que Carlos se quedó sentado en sillón, las dudas estaban comenzando a asustarlos, ¿Podría ser posible que Manuel se niega a ayudar por qué él es el asesino? ¿Qué hace realmente en la cocina?

—¿Si fueras un asesino me lo dirías?

—¡No digas idioteces, Carlos!

El chico en el sofá se puso de pie, y rápidamente fue hasta la cocina, cuando estaba por abrir la pequeña puerta que dividía ambas secciones de la casa, se detuvo, pues un fuerte hizo presencia.

Carlos se giró lentamente hacia la ventana, y pudo verla, era Amber al otro lado, tenía un cuchillo en sus manos, y con este golpeaba la ventana mientras sonreía.

—Manuel, están aquí, Amber está aquí.

—Lo sé, amigo, lo sé.

En un movimiento rápido, Manuel puso un trapo de cocina mojado en cloroformo, Carlos intento débilmente quitárselo de encima, pero fue inútil, el chico quedó inconsciente a los pocos minutos.

—Duerme bien, Carlitos.

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Espero y les haya gustado.