Capítulo 3.

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Grupo: Curso de inglés.

Profesor: ¡Dios mío!

Paola: No era broma, ella está muerta.

Amber: Seguro es una broma, no se ve tan real eso.

Ari: ¡Dios mío! Casi se le ve el cerebro, como no va a ser real.

Pablo: Pobre, María, ella solo quería cumplir sus sueños de ser famosa, o algo así la escuché decir.

Profesor: ¿Por qué lo hiciste?

María: Fácil, me cansé de matar aves, gatos y perros.

Vicky: No puedo creerlo.

Amber: ¿Alguien ya aviso a la policía?

Profesor: Si, su madre y yo estamos aquí en la estación.

María: Pronto seguirán ustedes.

Manuel: ¿Por qué?

Pablo: Yo no quiero morir, ¿Quién eres?

María: Un amigo secreto.

Manuel: ¿Te conocemos?

Amber: Ya no le digan nada.

Profesor: Amber tiene razón chicos, ya no hablemos por favor, la policía tiene que investigar esto.

Matt: Me sigue pareciendo una broma, no sé por qué.

Paola: No lo es Matt, ella ahora está muerta.

María: Paola tiene razón, Matt, muerta como pronto ella lo estará.

Paola: ¿De qué hablas? ¿Qué te hicimos?

María: Tómalo como una venganza por no darse cuenta.

Paola: ¿Darnos cuenta de que?

María: De que estaban conviviendo con un psicópata, jamás sabrán quien soy, bueno, solo en el momento de su muerte.

Paola: ¿Eres de la clase?

Profesor: ¡Por favor Paola! Deja de hablar con él.

Paola: Profesor, solo quiero entender porque lo hizo.

Profesor: Los psicópatas no saben porque son así, es mejor esperar un tiempo para que la policía lo atrapé.

María: Tiempo es lo que no les daré cuando estén suplicando por sus vidas. Usted profesor está incluido.

Pablo: Esto comienza a parecer una película, moriremos uno por uno.

María: Pues como en las películas Pablo, vas a sufrir demasiado cuando tú muerte se acerque.

Amber: ¿También a mí me matarás?

María: Claro que sí, créeme que disfrutaré mucho tu muerte.

Manuel: ¡Solo cállense!

Bryan: Descansa en paz, María.

Matt: Amen.

Manuel: Amen.

Luis: No puedo creérmelo.

Carlos: Me parece que el convivio ya no se hará.

Amber: No jodas, no es momento para eso.

Ari: Háganle caso al profesor, mejor hablamos mañana en clase.

Pablo: Nos vemos mañana.

María: Ahí estaré, mi consejo del día es... no se queden solos.

Milena: Bye, rarita.

Profesor: No quiero que nadie hable a partir de mi mensaje, mañana todos a la misma hora en la clase, no quiero que nadie falte.

***

Fuera del grupo:

Los chicos se levantaron temprano, como cualquier otro día, toda su rutina estaba siendo igual.

Solo había una pequeña cosa diferente, ahora María estaba muerta.

Narra Paola.

—Tengo mucho miedo —exclamé muy asustada, sin poder creer que María estaba muerta.

—Yo también, Paola, lo peor es que, quien asesinó a María es parte del curso

Salimos de casa, mamá estaba muy asustada, pero de igual manera teníamos que ir a la escuela, no podíamos ser sospechosos de un asesinato.

En todo el camino, ninguno de los dos dijimos una sola palabra, eso hasta llegar a la puerta, dónde vimos que nuestros amigos ya comenzaban a llegar.

—Hola chicos —saludó Ari sonriendo. No me podía imaginar como es que ella podía sonreír ante una situación así.

—Casi no pude dormir anoche, sigo pensando en María, ella debió sufrir demasiado —mencionó Milena acercándose a nosotros, y lo que decía tenia evidencia, pues sus ojeras estaban muy pronunciadas.

—Me parece que esto fue mala idea, no debemos estar aquí, si es verdad lo que María decía, uno de todos nosotros es el asesino...

Amber fue interrumpida cuando vimos al profesor acompañado de un oficial junto a un oficial y la madre de María, ellos estaban dirigiéndose hasta nosotros.

—¡Les juro que el maldito responsable irá a la cárcel! —gritó la mamá de María, mientras comenzaba a llorar.

Estaba muy asustada y triste, me daba mucho sentimiento observar a la madre de María llorando y gritando de esa manera, era horrible.

—Hay que entrar chicos —ordenó el profesor.

Nosotros tan solo comenzamos a seguirlo, el oficial y la madre de María se quedaron fuera.

Entramos al aula, la luz estaba apagada, las ventanas estaban cubiertas con las cortinas negras, ya que, en la ultima clase, estuvimos usando el proyector.

—Manuel, enciende la luz.

Manuel se hizo pasó entre todos, él se dirigió al interruptor, se escuchó ese peculiar sonido, y todo se hizo visible, dejando ante nuestros ojos, una escena espantosa.

—¡Ahhhhhhhhhhhh!

El silencio fue apoderado del lugar, nadie podía asimilar lo que estábamos viendo, ni siquiera el profesor podía creerlo, pues su expresión de repulsión y asco adornaba su cara.

Manuel, quien era él más cercano, comenzó a vomitar.

—¡Es María! —grité asustada.

─¡Dios no! Qué asco.

María estaba colgada del proyector, sangre escurría hasta el piso, donde ya se había formado un charco de ese líquido rojo.

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Espero les haya gustado.

Psicópata En WhatsappDonde viven las historias. Descúbrelo ahora