Psicópata En Whatsapp

Capítulo 5.

La sangre comenzaba a adornar el pavimento, Rodrigo llevó su mano hasta su cabeza, donde hizo una mueca de dolor al instante.

─Ayuda ─se logró escuchar mientras Rodrigo intentaba débilmente ponerse pie, pero no podía, el gran golpe lo había dejado sin equilibrio. —Por favor no me mates.

El chico enmascarado frente a él, seguía sosteniendo el martillo, el cual estaba chorreando en sangre.

—Descuida Rodrigo, absolutamente todos los del estúpido grupo estarán en tu lugar, no te sientas mal.

Rodrigo volvió a caer al piso, no podía ni sostenerse a causa del golpe, el martillo fue elevado por el chico enmascarado y de un movimiento rápido fue a dar a la cara de Rodrigo, una y otra y otra vez.

—¿Por qué rayos no hice esto desde antes?

***

Grupo: Curso de inglés.

Paola: No estamos idiotas para quedarnos solos maldito enfermo.

María: Eso crees tú Paola, pero no estés tan segura.

Pablo: Es tonto estar hablando contigo, espero y la policía te encuentre pronto.

María: Pues será mejor que tomes asiento, Pablo, pues la policía no hace nada, tantas cosas que pasan en el país y mira, dime, ¿Cuántos están en la cárcel?

Profesor: Esto no se va a quedar así, la muerte de esa niña la pagaras con muchos años de cárcel.

María: Pues me parece que tendrán que ser aún más, porque ahora son dos niños.

Vicky: ¿De qué hablas?

Ari: No vayas a decir que alguien más está muerto, por favor.

María: Claro Ari, no lo diré, me quedare calladito.

Nina: ¿Qué ha pasado? Lo último que supe fue que María estaba en la escuela muerta.

Alejandro: Si, y al parecer alguien más lo está.

Pablo: Tal vez solo quiere asustarnos.

Paola: Es verdad, solo hay que ignorarlo.

Alejandro: O tal vez no, puede estar diciendo la verdad.

Milena: ¿Qué pasará con el convivio?

Carlos: Lo mismo pregunto, en menos de un mes nos graduamos.

Milena: Me siento muy mal por María, pero la verdad es que la vida tiene que seguir, no podemos estancarnos en eso.

María: Claro, veremos si llegan, no estés tan segura Milena.

Amber: Yo no seguiré yendo a esa estúpida escuela, no quiero terminar colgada del proyector como María.

María: Descuida Amber, tu muerte será más épica, aun no pienso en nada en especial, pero tiene que ser épica.

Ana: ¡Alguien sáquelo ya! No quiero que siga diciendo que vamos a morir.

Pablo: Amber es administradora, solo ella puede hacerlo.

Amber: Jaja, no se me había ocurrido.

Amber eliminó a María.

Ana: Ahora todo estará tranquilo.

Matt: Mucho mejor ahora.

Manuel: ¿Qué pasara mientras lo atrapan?

Profesor: Creo que lo mejor será que las clases se suspendan, ustedes traten de no salir por las noches, de algo él tenía razón, los policías no hacen nada, solo dicen que hacen lo que pueden. Cuídense chicos.

Rodrigo: Tenía razón.

Profesor: Desgraciadamente si Rodrigo, pero que podemos hacer nosotros.

Ana: Alguna huelga, el asesinato de María no se puede quedar sin que nadie pague.

Nico: Que asco hacer huelgas, mejor nos esperamos a morir uno por uno.

Paola: ¡Cállate! No es gracioso.

Nico: No trato de serlo, en las películas cuando dicen eso, es lo que pasa, solo unos cuantos quedaran vivos.

Ari: Pues al menos quiero ser yo.

Luis: Egoísta.

Rodrigo: Yo se quien no quedara vivo.

Milena: ¿Quién?

Profesor: Chicos, ya no le den vueltas al asunto, nadie más morirá.

Rodrigo: Yo ya lo estoy.

Nico: ¿Ven? Hay que tener la actitud, no te pueden matar si ya estás muerto.

Ari: Entonces, yo también estoy muerta.

Pablo: Es estúpido, pero yo también.

Rodrigo: Yo los complaceré no se preocupen, por lo pronto el siguiente fue Rodrigo, si no me creen, Luis y Carlos se los pueden confirmar.

Fuera del grupo:

—¿De qué habla? —preguntó Carlos viendo los mensajes del grupo. ─¿Rodrigo esta muerto?

Luis estaba muy confundido, pues ninguno de los dos sabía que era lo que había pasado.

—¡Dios mío! —exclamó Carlos poniéndose de pie. —¡Él se fue solo!

Luis y Carlos rápido salieron de la casa, todo estaba oscuro, ellos comenzaron a caminar con miedo por todo el lugar que tuvo que haber recorrido Rodrigo para llegar a su casa.

—Esto debe ser una maldita broma —dijo Luis molesto mientras alumbraba con el flash de su celular. ─Él no puede estar muerto.

—¡Dios mío! —gritó Carlos al ver a Rodrigo tirado en el suelo, cuando se fueron acercando más a él, se dieron cuenta de la grotesca escena que estaba ante sus ojos.

—Tenia razón, él nos matará a uno por uno.

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Espero y les haya gustado.