Capítulo 20.

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La puerta del lugar se abrió dejando ver un gran destello de luz junto a una silueta de un chico.

—¡Por fin nos dejaras ver tu estúpida cara! —Pablo estaba muy molesto, sus inútiles intentos por tratar de zafarse de las cuerdas que lo mantenían unido a la silla, solo estaban logrando que sus manos fueran lastimadas.

—¡Dios mío! —exclamó Nina asustada.

—Nina, gracias a Dios que estás bien —dijo Paola.

La persona parada frente a la puerta tan solo los observaba sin decir nada.

—Claro, por mensaje dices de todo, pero mira ahora estás de cobarde —Luis comenzó a reír.

—¿Qué hacen aquí? —el chico en la puerta por fin dijo algo, todos en la oscuridad de inmediato reconocieron la voz.

—¿Javier? ¿Eres tú? —Pablo se encontraba muy confundido.

El chico de la puerta caminó hasta el interruptor del aula y las luces se encendieron.

—¿Qué hacen aquí? ¿Por qué están amarrados? —Javier se miraba muy confundido.

—¡Tienes que pedir ayudar! —gritó Vicky llorando.

Javier tan solo los miraba confundido, no entendía lo que sucedía.

—¿Tú qué haces aquí? —preguntó Paola.

—Vine a buscar al profesor, después de lo que pasó con María, se me hizo bastante extraño que solo nos dijera que las clases se suspendieron, quiero saber lo que realmente está pasando.

—Alguien nos está matando —dijo Pablo.

—¡Ayúdanos Javier! —gritó Ana. —No te quedes ahí parado sin hacer nada.

Él caminó hasta donde Ana se encontraba, en movimientos rápidos, la cuerda que sujetaba las manos de la chica, cayó al suelo, liberándola.

Ana se puso de pie, y con ayuda de Javier, comenzaron a liberar a los demás chicos atados a la silla.

—¿Como que alguien los está matando?

—Si, no sabemos quién, Bryan, Rodrigo y el profesor ahora también está muertos —Luis explicó un poco.

—No olvides a Alejandro —mencionó Ana mientras intentaba liberar las manos de Pablo, donde ya había un poco de sangre. —Al cual tu mataste.

Javier comenzó a retroceder asustado.

—¿Luis lo mató? ¿Es el asesino?

—Lo hice, pero porque él me obligó, yo no quería. Ahora sí no les importa quiero irme de aquí, no quiero que él regrese y termine de matarnos a todos aquí.

La noche había llegado a la ciudad, los chicos salieron de aquella aula donde habían permanecido secuestrados durante algunas horas, cada uno de ellos estaba por irse a su casa, lo único que habían podido averiguar era una cosa, que Luis y Vicky, no tenían nada que ver con los asesinatos.

***

Grupo: Curso de inglés.

Pablo: Tu plan fue un fracaso, estamos libres, hijo de perra.

Milena: ¿Que pasó, Pablo?

Pablo: No quiero hablar con ustedes, si hubiéramos ido todos, no hubiéramos estado a punto de morir.

Milena: Lo siento por no ser una estúpida con ganas de que me maten.

Pablo: Nadie pidió tu opinión, mejor cállate.

Psicópata En WhatsappDonde viven las historias. Descúbrelo ahora