Ciento un Razones

quince; ir a la playa

Era un día precioso para sentirse tan mal, pensó Irina. Pero a pesar de todo ella y Graham estaban en sus horarios regulares antes de lo pensado gracias a las medicinas y buenos cuidados de su abuela, sin embargo aún tenía los estornudos que tanto irritaban a Graham y siendo honestos a ella también empezaban a irritarle.

—Todo el mundo te odia ¿Sabes? —ella miró a Karina con su alborotado cabello rubio y sus enormes ojos azules que comía una bolsa de frituras sin preocupación alguna, aunque si Irina fuera tan delgada como ella tampoco le preocuparía la comida chatarra.

—Puedo imaginarlo —Y no solo por las malas miradas ni por los chismorreos a sus espaldas, si no porque supo que la mayoría de las chicas del equipo querían a Natasha como capitana pero debido a su lesión estaba fuera del equipo y Dankworth (la odiosa idiota) era la nueva capitana. Irina no supo cuánto iba a dolerle ver a Natasha entrar a la escuela en muletas pero fue como un golpe directo al estómago, la culpa empezó a arrastrarse por su piel como millones de animales pequeños.

—Supongo que el lado bueno es que ahora tiene el triple de atención que antes —dijo Karina mirando a Natasha que recibía felizmente una caja de chocolates de varias chicas a su alrededor, prácticamente la estaban adorando como si fuera alguna clase de heroína de guerra. Irina bufó y tomó su teléfono, había un mensaje de Gus.

Gus

A Graham no le está yendo bien, ya tiene la nariz rota.

Irina

¿Qué demonios pasó? 😱😱

Gus

No lo sé, no quiere hablar conmigo y nadie sabe nada.

Irina

Mierda😖

Gus

¿Te animas a saltarte las clases? 😎

Ella le dio una mirada a Karina que jugaba distraídamente con su cabello, luego a las aduladoras de Natasha y tomó su decisión, le envió una respuesta rápida a Gus y empezó a guardar sus cosas.

—¿A dónde vas? —preguntó Karina y ella le dio una sonrisa traviesa.

— Querrás decir “A dónde vamos” —Karina empezó a negar con los ojos muy abiertos.

—No puedo saltarme las clases, Irina ¡Ni tú tampoco así que olvida lo que sea que estés planeando! —Irina se detuvo y le dio una larga mirada a su amiga que finalmente resoplo y empezó a caminar por su cuenta.

—Honestamente, eres una nerd, Karina —ella resopló pero no lo negó y la siguió de mala gana a la parte trasera de la escuela.

—¿Cómo planeas exactamente sacarnos de aquí? Si nos atrapan nos expulsaran —dijo su amiga viéndose más pálida que de costumbre, Irina rodó los ojos y miró a su alrededor antes de llevarla a la parte más alejada y descuidada de la escuela, el patio trasero más allá de la cancha de fútbol.