Tu problema.

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Antes de empezar el fic, me gustaría pedirles que por favor cuando terminen la lectura lean todo hasta el final, que les puse una nota. Tengo algo muy importante que decirles.
Ahora sí, los dejo con el capítulo 💛 Me verán de nuevo más abajito.

🌸🌸🌸

La desanimada mirada de Sanha inspeccionó el hall de entrada de aquel lugar que sería su nueva casa.

Todo a su alrededor tenía un semblante triste y tenso. Algunas miradas se posaron en él mientras que otras se encontraban perdidas en algún punto fijo del salón.

La mueblería era color blanco y daba a todo un aspecto más frío de lo que ya era.

Por cada paso que Sanha daba allí dentro, se arrepentía cada vez más de haber accedido a ser internado en aquel centro psiquiátrico.

— Durante el día te irás enterando de las actividades que haremos. Ahora, antes de mostrarte tu cuarto, revisaré tus pertenencias. —Le sonrió una enfermera.

El colorado asintió y la siguió hasta un pequeño consultorio donde dejó su gran bolso arriba del escritorio.

— Tu teléfono será restringido. También las cuchillas de afeitar. Cuando necesites afeitarte nos avisas y lo harás frente a un supervisor.

Sanha asintió. Sabía que era para evitar autolesiones. No confiaban en él y eso le desagradaba, pero no le resultaba extraño, pues por algo es que entró allí.

Luego de haber guardado en un casillero las cosas que se le restringían, procedieron a hacerle un pequeño examen médico.

— Súbete a la balanza por favor. —Le indicó señalando el aparato.

Con paso lento, obedeció sabiendo que el resultado no iba a ser bueno. Mientras que a la vez tomaba su altura.

— Mides 1,84 y pesas apenas 45 kilogramos. —Dijo la enfermera en modo de reproche— Vamos a cambiar esto.

Acto seguido extrajeron con una jeringa un poco de su sangre para hacer análisis en profundidad, cuyos resultados estarían listos en una semana.

Y Sanha no sabía cómo iba a sobrevivir durante esa primera semana.

— Ven Sanha, te enseñaré tu cuarto.

Sin haber mediado palabra hasta ese momento, siguió silenciosamente a la enfermera.

— Por lo general los primeros días son cuartos individuales, pero este lugar se llenó rapidísimo en el último mes y no hay más cuartos disponibles. Pero no te preocupes, que tu compañero es muy amigable y tranquilo. —Le sonrió acogedoramente.

— ¿Qué problema tiene él? —Preguntó el menor apenas en un susurro con su muy dulce voz.

— Oh, tu tarea asignada será averiguar eso. Tendrás que entablar conversación con él y conocerlo. Es parte de tu tratamiento.

Las manos de Sanha comenzaron a sudar y su cabeza a doler. Prefería mil veces quedarse callado sin conocerlo, antes que entablar conversación con un extraño.

La muchacha abrió la puerta de la recámara sin antes consultar, sorprendiendo así a su huésped.

Allí había un jóven de menor estatura que Sanha acostado en la cama leyendo un libro. Llevaba su castaño cabello todo alborotado, un hoodie gris que le quedaba algo grande y un pantalón deportivo bastante cómodo.

— ¡Oh! ¿Este es mi nuevo compañero? —Interrogó con una sonrisa decorando su rostro, mientras inspeccionaba al más alto.

El de cabellos rojizos no hizo contacto visual con el amigable niño, más bien se la pasaba mirando el suelo.

Locked ; Rocksan || ASTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora