Locked ; Rocksan || ASTRO

Convencimiento.

— Vamos, ¡es que es una actividad obligatoria! —Repitió por décima vez el mayor.

— Si no se trata de tomar medicamentos o algo que tenga que ver con mi salud, no pueden obligarme a nada. —Refutó el pelinaranjo.

— Esto tiene que ver con tu salud.

— ¿Ah, sí? ¿Cómo? —Se cruzó de brazos y miró a su compañero por el rabillo del ojo.

— ¡Este puede ser un gran avance para superar tu ansiedad social!

— ¡Me cuesta muchísimo! No podré ni aunque lo intente... —Suspiró agotado.

— Aunque sea intentémoslo, Sanha. ¡Que se me ocurrieron ideas geniales!

Sanha rodó sus ojos.

— ¿Qué se te ocurrió? —Habló alargando las palabras.

— Me dijiste que tú estudiaste jazz, ¿cierto? ¡Podemos hacer una fusión! Yo clásico y tú jazz. Y podemos imtercalarnos en algunos momentos.

— Te diría que es una idea estupenda de no ser porque se lo tenemos que mostrar a todo el hospital, incluyendo a So Eun. —Hizo una mueca.

Rocky suspiró.

— So Eun está mmm... Celosa.

— ¿Celosa por qué?

— Al parecer ella gusta o gustaba de mí, no sé. Y como nos ve demasiado juntos, bueno... Te ataca por celos. Así que no prestes atención a sus palabras. Ella también está enferma.

El menor asintió cabizbajo.

— Duele de todas formas. Me recuerda mis desgracias como si no las supiera. —Se encogió de hombros.

— Está bien, sólo no la escuches.

— Pero personas como So Eun pueden haber muchas más... Y ya no podría soportar tanto. Que todas las personas estén viéndome y juzgándome a la vez...

— Piensa que estamos bailando en el galpón, sin nadie que nos mire. Fijate en un punto en la pared y no mires a los demás.

— Es fácil decirlo. —Se sentó en su cama.

— Bueno, lo intentemos. Si ese día no puedes, no lo hacemos. Pero al menos preparemos algo. —Rocky habló emocionado.

Sanha soltó un largo y cansador suspiro de resignación.

— Bueno, pero si me da un infarto ese día, tú te harás cargo.

— ¡¡Sí!! —Aplaudió.

La noche había llegado. Fue un día cansador lleno de actividades horribles para el pequeño Sanha, pues tuvieron una charla de nutrición con un profesional invitado, donde casi se queda dormido. Además el profesional hizo participar a todos los pacientes aportando algún dato, cosa que estresó muchísimo al pelinaranjo. Hablar frente a todo el mundo lo hace pasar pésimo.

Pero por fin era hora de relajarse y no, no iba a dormir, sino que estaba dirigiéndose con Rocky hacia el galpón para preparar su coreografía.

Llovía bastante, pero eso no fue impedimento para los chicos para cruzar el patio por los puntos ciegos que el mayor conocía.

Al estar nublado, la única luz que solía iluminarlos por las noches cuando iban a practicar, la luz de la luna, había desaparecido, siendo ocultadas por aquellas enormes y gruesas nubes grises. Todo estaba oscuro.

— Procura caminar bien pegado a la pared. —Susurró Rocky esquivando algunos charcos de agua.

Pero el más alto no se percató de uno de estos y a su vez de una piedra en medio del charco, haciendo que resbalara y cayera a hacia un costado en el mojado césped.