Locked ; Rocksan || ASTRO

Familia.

El dolor en las piernas de Sanha hicieron que despierte. Unos cuántos días habían pasado y las heridas estaban comenzando a cicatrizar, pero mientras tanto no había podido usar sus prótesis por las vendas. Por ende, no había podido ensayar con Rocky su coreografía.

Cuando terminó de despertar, sintió cómo una suave mano estaba acariciando su mentón. Abrió sus ojos con lentitud y cuando su vista se acostumbró a la luz, pudo divisar quién era.

— ¿Mamá?

— Despertaste, Sanhie. —La mujer de cabellos colorados le sonrió con ternura.

El menor se sentó con cuidado en la cama y la abrazó con fuerzas. La extrañaba.

— Los malditos del hospital me avisaron recién hoy que hace unos días estuviste grave... Casi muero de un infarto, mi bebé. —Besó su mejilla.

— No te preocupes, estoy bien. —Susurró.

La señora bajó su mirada a los muslos vendados de su hijo e hizo una expresión de dolor.

— La estás pasando mal... Todo es mi culpa. —Acariciaba su mentón como si su vida dependiera de ello.

— Nada es tu culpa, mami... ¿Dónde está papá?

— Está trabajando, pero te trajimos un regalito. —Le sonrió.

Levantó del suelo una bolsa de papel y se la entregó al menor. Este la abrió y se encontró con un calentito sweater de lana.

— Está bastante frío estos días y pobrecito, tú no trajiste demasiada ropa...

— Gracias, los amo. —Sanha abrazó a su mamá.

— Mejórate pronto, ¿sí, mi amor? Así te sacamos cuanto antes de aquí.

Sanha asintió efusivamente.

— ¿Has hecho amigos?

— ¡Sí! Mi compañero de cuarto, Rocky. —Miró a la cama de al lado, la cual estaba vacía.

— Me alegro que se lleven bien. —Le sonrió para luego darle un sonoro beso en la mejilla.

De pronto la puerta del cuarto se abrió y entró un entusiasmado Rocky con su mirada concentrada en la pantalla de un teléfono celular.

— ¡Mira Sanha lo que hice para tí!

Pero se detuvo en seco al ver que allí se encontraba la mamá del menor.

— Oh, bu-buenos días... Lo siento si interrumpo algo. —Se reverenció.

— ¡No te preocupes! ¿Tú eres Rocky? Sanha justo me estaba hablando de tí. —Saludó con simpatía.

Ambos jóvenes se sonrojaron.

— Sí, soy Minhyuk, un gusto. —Le sonrió.

— Bueno, parece que Rocky tenía que mostrarte algo, los dejo que se entretengan. —Besó la frente de Sanha— Iré a hablar con los doctores, volveré a saludarte antes de irme.

Sanha asintió y así la mujer se fue por la puerta dejándolos solos en el cuarto.

— Tu mamá, ¿cierto? Es muy bonita. —Sonrió— Extraño a la mía, lástima que no se acuerdan de mí.

El menor desvió la mirada un tanto incómodo y decidió cambiar de tema.

— ¿Qué me ibas a mostrar?

— ¡Cierto! —Se acercó con rapidez para sentarse al lado del más alto— Me grabé bailando tu parte para que puedas aprendértela aunque sea mentalmente, hasta que tus heridas se recuperen.