Novocaína.

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Sanha se separó lentamente. Ya era suficiente de momento.

Rocky sonrió y luego miró a la puerta.

— Debe ser Dongmin.

— ¿De qué hablas? —Preguntó Sanha intrigado.

— El que tocó la puerta. Dongmin sabía que íbamos a estar aquí. Probablemente quiera verte.

— Pero nadie tocó la puerta, Rocky.

El castaño se levantó del suelo y sacudió sus pantalones.

— Estás sordo, Sanhie. —Bromeó y corrió hacia la entrada del galpón.

La sorpresa se la llevó cuando realmente no había nadie allí.

— Te lo dije. —Rió el menor.

— Aish, debe haber sido el viento. —Rocky volvía hacia su sitio pero se detuvo al escuchar el mismo sonido— ¡Volvieron a tocar! ¿Escuchas?

Sanha negó con la cabeza un tanto preocupado. Acto seguido se puso de pie y fue a ver por sí mismo que nadie había tocado del otro lado.

— Alguien nos está jugando una broma, de seguro. —El castaño cruzó sus brazos.

Sanha mordió su labio inferior. Sabía que era poco probable que alguien los estuviera molestando. Era consciente de la enfermedad de Rocky.

— Mmm, no le prestemos atención. Ven. —Habló Sanha dirigiéndose nuevamente hacia el espejo detrás de la cortina roja.

En cuanto se sentaron, Rocky se recostó en el regazo del menor. A los pocos segundos, Sanha sintió un espasmo de parte del contrario.

— ¿Estás bien? —Lo miró confuso.

— Sí, sí. A veces a Minhyuk se le da por asustarme. —Rió.

El pelinaranjo se comenzó a asustar. Sabía que algo andaba mal en Rocky.

— ¿Qué te sucede? —Preguntó más bien para sí mismo en un susurro mientras acariciaba los suaves cabellos del mayor.

— Te dije que estoy bien. —Rocky sonrió.

Sanha sacudió su cabeza librando cualquier pensamiento malo de su mente y le devolvió la sonrisa.

Durante los siguientes minutos, Rocky se mantuvo inquieto, mientras que Sanha simplemente lo veía levantarse, volverse a sentar, jugar con algún globo y volverse a levantar.

— ¿Sabes qué, Sanha? —De repente Rocky se agacho en frente del menor— No quiero dejarte.

Sanha lo miró sorprendido.

— ¿A qué te refieres? —Tartamudeó.

— Me percaté de lo mal que me haces. —Dio un beso fugaz al menor y luego continuó susurrando sobre sus labios— Pero no me importa, te quiero siempre conmigo.

El corazón de Sanha comenzó a bombear con más frecuencia que la de costumbre. Sus mejillas se tornaron en un color rosa pastel sobre su pálida piel.

— También estuve pensando en eso... —Susurró mirando sus labios— Mmm... Rocky, esto es peligroso.

— Quiero arriesgarme... —El mayor respiraba con pesadez sobre los labios de Sanha— ¿A caso tú no?

Sanha se detuvo a pensarlo durante algunos segundos.

— Yo... Yo quiero lo mejor para ti. —Titubeó la hablar.

— Piensa en tí, Sanha, no en mí. —Lo tomó del mentón para verlo fijamente a los ojos.

Este tragó en seco y mordió su labio inferior.

Locked ; Rocksan || ASTRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora