Capítulo: 13

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-No lo toques.- Me giro rápidamente a ver quién es, y me fijo en unos ojos azules que no paran de mirarme. Su pelo es negro, bueno, más bien es castaño. Tiene una pequeña cicatriz, en el pómulo izquierdo, como un arañazo. Pero algo me hace volver a girar hacia Tay.

-Vete.- Cojo la cabeza de Taylor con las dos manos y la levanto un poco. Toco por detrás y veo sangre. No... Sangre otra vez no.- Taylor...Por favor...-Le susurro en el oído.

-Pero tú quien te crees que eres. Te he dicho bien claro, que no lo tocaras. Estúpida chica. - Me dice a espaldas el chico de ojos azules.- Que alguien venga a recoger este saco de mierda de mi salón.-

-Saco de mierda serás tú...-

-Perdona? Me hablas a mí? Criada de mierda.-Me levanto del suelo, y me pongo enfrente suya. Y me quedo mirándolo sin pestañear.

-He dicho, que el saco de mierda, eres tú.-

-Oh, que estúpido soy. Perdone señorita, pero creo que se equivoca, la mierda de aquí es él, y tu serás la próxima, si no lo dejas y desaparezcas de mi vista.-

-Chloe...- ¿Taylor?

-Taylor! - Me giro a él, y lo observo, pero sigue igual. Hasta peor.

-Estoy en tu mente, preciosa.-

- Que haces dentro?-

-...Busca a Alison. Ella te lo explicara.-

-Has dejado de escenitas románticas?.- Mierda, se me olvido que seguía él aquí.

-Piérdete.-

-Como te atreves a dirigirte a mi así?- Me coge de la cara y me acerca a la suya.- Mira a mis ojos.- Intento evitarlo, pero no puedo y le miro. Son preciosos, parecen trocitos de cristal de un color azul llamativo.- Ahora...- Se me acerca más a mi.- Te voy... -Y se acerca más, pero se para y no dice nada. Estamos a un milímetro, puede que dos de distancia, y todo mi cuerpo se tensa. Mi mente no para de darle vueltas de quien es este chico. Pero tengo ganas de besarlo. Sus ojos

-Chloe!.- Esa es Alison, pero no quiero separar mis ojos de los suyos. Pero él, si se gira. Le cojo la cara con la mano derecha y la giro otra vez a mí.

-Besar...- Dice y nuestros labios se sumergen en uno mismo. Sus labios, saben a dulce algodón, a chocolate, a frambuesa...Todos los sabores se me mezclan, pero sigo saboreando el delicioso café. La cereza...Y ahora parece el sabor de mi tarta favorita. Por dios, sus labios son insaciables...Ahora el sabor a cambiado, esta amargo. Abro los ojos a ver qué es y miro delante mía esta él y un espacio que nos separa. - Qué estúpida eres, te he sacado todo el encanto. Ahora estarás amargada...-Se vuelve a acercase a mí y me susurra.- Hasta que yo quiera quitarte el amargo de los labios...- Se da la vuelta y se va.

- Chloe! Estas bien?- Me pregunta Alison con la voz jadeante. Estaría corriendo o algo así.

-No...-

- Cógete de mí. Tenemos que irnos.-

- Taylor...-

- Chloe...Ha muerto...-

- No, no lo ha hecho.-

- Mírame, bien Chloe.- Levanto la vista hacia ella.- Ha muerto, y tú has tenido el beso de dolor.-

-No, Alison. No ha muerto.-

- Chloe, no me lo estas poniendo nada fácil esto.-

- Me habla. Está en mi mente... Y me dijo que tu tendrías las respuestas.-

- Tienes que venir conmigo. Mi tío te quitara el beso.-

Me coge de los brazos y me arrastra por todo el pasillo del hotel. La enorme lámpara que colgaba en el techo ha desaparecido, y los cuadros, ahora están llenos de pintura negra y gris. Ni se ve lo que había debajo. Veo una puerta grande y blanca, con un dorado en los márgenes, pero cuando me acerco más, veo que ese dorado es de color marrón oscuro y la puerta de un color gris, y triste. Mientras Alison abre la puerta miro a las grandes plantas que habían en el hall, y ahora son solo dos palos torcidos, y secos.

- Vamos, levántate.- Me dice Alison y la obedezco.- Te dolerá, pero te dolerá tu alma.

- Mi alma?-

- SÍ, es lo que nos hace llorar cuando estamos tristes o, sonreír cuando estamos felices. Y tú, no tienes la felicidad, solo dolor...Por eso ves cosas bonitas, con colores grises y negros. Y todo el amor que tienes, ahora es dolor.- Me sonríe, pero en sus ojos veo como se producen lágrimas.- Ojalá, sobrevivas...- Susurra para ella, pero llego a oirlo.-Bien, siéntate aquí - señala un sillón enorme cubierto de pétalos de rosas negras -y cierra los ojos. Oigas lo que oigas, sientas lo que sientas, no abras los ojos, vale?-

- Vale.-

Me acerco al sillón, paso mi mano por él, y me siento cómoda. Intento relajarme, pero es imposible. Entonces cierro los ojos. La puerta se abre y se cierra. Noto la respiración de alguien en mi nuca, y unas manos frías y ásperas pasando por mi cuello. Tengo unas ganas de abrir los ojos, pero no puedo abrirlos, algo o alguien me lo impide, porque noto como algo o alguien ejerce una presión sobre mis párpados. De repente, las manos frías me dejan de tocar, y una voz ronca y grave empieza a citar unas largas y, no muy bien pronunciadas, palabras. Puede ser un lenguaje antiguo, o qué sé yo. La cosa es, que cuando las pronuncia, la tristeza se apodera de mí más y más. Vuelve a poner sus manos sobre mi cuello, y se acerca a mi oreja y dice:

- "Recreari" -

Y de repente noto como algo dentro de mí empieza a moverse. Empiezo a moverme de un lado del sillón al otro lado. Me curvo, como si algo quisiera salir de mi pecho. Y un dolor agudo se apodera de mí. Quiero abrir los ojos, pero algo sigue sujetándolos, para que no se abriesen, pero no noto nada.

- No puedo más...- Pronuncio en voz alta y la mano fría se para rápidamente.

- Si...si...le...le...ncio...- Una voz fría y sin vida me contesta. Quién será este tipo, o lo que sea que fuera. Y de repente otra vez me da un ataque de antes. Pero esta vez el dolor es tan fuerte que empiezo a gritar con todas mis fuerzas. Quiero llorar, y no tardan en salirme lágrimas. Veo cómo mi padre muere delante de mí y como Taylor me miraba. Por qué veo esto? Pero de la nada, aparece Alison, con una pizza grande y una botella de buen vino. Pizza y vino... no muy apetecible combinación, pero ese día fue lo más. Taylor. Papá. Alison. Erick. Mamá. Taylor. Papá... Alison... Y otro pinchazo fuerte se apodera de mí. DIOS!

- ME DUELE! - Grito con todas mis fuerzas. Es como si me estaban cortando por la mitad con una sierra. NO puedo más. Taylor...Tay...T...

Chloé.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora