Capítulo: 15

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Dos años después...

Ya es la tercera vez que termino de leerme este libro...Creo que hasta ya me sé todos los diálogos, pero nadie pensó que estaríamos tanto tiempo encerrados en esta " casa". Pero según Erick, pronto saldremos, porque el primo de Alison vuelve a desaparecer. Aunque es complicado de creer, pero llevo sin ver el día ya dos años... Y Taylor...sigue muerto ya dos años. No volví oír su voz...Y no paro de darle vueltas a sus palabra -" Búscame."- Como si supiera dónde. A demás, su cuerpo... Madre mía... ¿Qué pasó con su cuerpo? Espero que exista alguna posibilidad, algún medicamento algo para volverle a la vida. Recuerdo el día cuando nos conocimos. Éramos pequeños, y siempre me miraba. Y eso a veces me gustaba y a veces me incomodaba. Era el gracioso y a la vez el listo de la clase, y todas las chicas se secaban por él, pero a la que siempre miraba era a mí. Era muy gracioso, porque yo en esa época era un bollito rellenito, la verdad que ni idea que vio en mí. Según él, nuestros corazones están marcados con nuestros nombres, es decir, yo tengo grabado Taylor y él...tenía Chloe. Pero está claro, que me miraba porque me tenía que proteger...

Cuando crecimos un poco, Taylor no prestaba tanta atención a mí, como lo hacía antes. Me acuerdo que algunas amigas me decían, que ya no le gustaba, o que tenía a alguien. Pero resultó que se había enamorado de mí. Intentaba evitarme, porque si nos uníamos, todos los que le odiaban en esos momentos me haría daño. Y de esto me enteré cuando me contaban ya la verdad, bueno, cuando descubrí que soy medio gimera. Pero claro, me contaba estas cosas para explicarme cosas que yo no les encontraba respuestas algunas acciones. Aunque ahora mi mundo es toda una fantasía, lo que antes era normal, ahora es irreal.

Alison y Erick, intentan animarme y darme más explicaciones a situaciones sin salida. Pero sin Taylor no es lo mismo. Las noches son frías, y los días aburridos. No hay nadie que me haga reír, o que me haga el amor... o mejor que me eche un polvo de vainilla. Nuestras jergas eran las mejores, aunque últimamente A me las ha copiado.

A parte, estoy preguntándome que habrá pasado con Evan, ¿de verdad lo que sentí era verdad? Y, también me dijo A, que Taylor sabia de mi con Evan. Cuando me enteré, quería estar debajo del suelo, con mil capas encima. ¡Qué horror! O qué vergüenza. Pero me dijo que le daba igual, porque Evan no es real. Pero yo me lo cuestiono.

Hace un mes, mi madre me envió una carta diciendo que estaba en California, buscando la paz. Pero Erick me dijo que se fue a una isla bajo la protección de los cazadores. Así que no me preocupo por ella. También me dijo que se encontró con una vieja amiga ahí y que estaba mucho mejor que antes. Eso me alegró.

- Chloe, ven un momento.- De repente la voz de Alison me sacó de las casillas.

- ¿Qué pasa?-

- Te presento a Max, él va ser tu nuevo "guardaespaldas".-

- ¿Para qué quiero yo un guardaespaldas?-

- Yo y Erick vamos a salir, tenemos una misión pendiente, y tenemos que resolverla personalmente. Él te cuidará mientras estemos fuera.-

- Bueno... ¿Puedo fiarme de él?-

- Al cien por cien. - Me sonríe y se me acerca adarme un beso en la mejilla. - Diviértete con él...Ya sabes a que me refiero.- Me susurra al oído y me abraza.

- Ahora mismo.- Pongo los ojos en blanco.

De repente entra Erick con Max detrás, y es...Guapísimo. Tienes ojos marrones, pelo rubio, y una barba de dos días. Y de ropa lleva una camiseta blanca y una chaqueta de cuero. Y unos vaqueros grises que le remarcan cada músculo de sus piernas. Cuando me ve nuestras maridas se tensan. Se coge del flequillo y lo cepilla con los dedos. Y yo me quedo embobada.

-Hola Chloe, este es Max.- Me dice Erick, mientras me mordía el labio inferior.

- Hola, Chloe. Espero servirte de ayuda. - Cuando Max empezó a mover la boca, creo que mi boca también se movió. Su voz es grave y llega hasta mi entrepierna.

- ¿¡Max..?!- Le devuelvo una mirada pícara.

- Bueno chicos, cenamos juntos y Erick contará todo.- Dice Alison llamándonos a la cocina.

Nos sentamos delante en la mesa y Max se sienta a mi lado. Su olor... Huele tan apetitoso, y tan dulce y fresco. Que entreabro mi entrepierna. De reojo veo que hay algún bulto entre sus piernas, entonces cruzo las piernas lo más apretadamente posible, y una pequeña descarga, recorre mi clítoris.

- Bueno chicos, mi plan es este. - Dice Erick, cogiendo un poco de carne y se sirven el plato.- Alison y yo, vamos a ir a la Rosaleda. Tenemos que asegurarnos de que Jamie, el primo de A, se haya ido de la ciudad. Luego, buscar el rastro de Evan con James. Y si todo está normal, podrás salir de este agujero negro.- Me mira Erick y yo asiento.

- Me parece correcto.- Digo y le doy mordisco a mi trozo de carne.

- Yo estaré todo el tiempo aquí, sin salir, hasta que Erick me dé otra orden. - Me dice Max. Aunque preferiría que no hablara, porque mi entrepierna se calienta demasiado.

- Vale...- Digo yo, ahogando un pequeño gemido, que nadie prestó atención. O ¿sí? Miro a la entrepierna de Max, y está más grande que antes. ¡Mierda!

- También le puedes dar gracias a Max, porque te ha traído más libros.- Me dice Alison.

- Oh, más libros. Gracias.- Digo mirando mi plato. Porque creo que si le miro, mi entrepierna explotará.

- De nada, espero haber acertado con el estilo que te gusta.-Dice Max mirándome.

- Eso ya se verá. - Le devuelvo la mirada. Y mis piernas se tuercen. Le tengo unas ganas...

- Gracias, por la cena chicas.- Dice Erick, y se levanta de la silla.

- Lo mismo digo.- Dice Max, y también se levanta. Miro su erección, y ahora es normal. Que aguante.

- De nada.- Dice Alison con una sonrisa de oreja a oreja.

- Venga A, te ayudo a recoger la mesa y me iré a la cama. Que estoy algo cansada.-

- Vale Chloe.-

Cojo mi plato y el de Max. Y me estiro un poco para coger el plato de la carne que está en el centro de la mesa y me doy cuenta que alguien está viendo mi trasero. No me di cuenta que no llevo ropa interior, y mis pantalones cortos son demasiado altos. Y disimuladamente miro de reojo y veo como Max, se está relamiendo en el sofá mientras me observa. No sé si Erick se da cuenta o no, pero me parece que es muy obvio. Cojo los platos y los dejos en el fregadero.

- Bueno A, voy a acostarme, alguna cosa o algo, me avisas.-

- Vale, descansa Chloe.- Y me regala una sonrisa pícara y yo le devuelvo una mirada asesina.

Me subo a mi habitación y mi entrepierna está ardiendo. Me quito rápidamente los shorts y la camiseta y me voy a la ducha. En el cajón de abajo de mi baño, saco mi vibrador y mientras la bañera se llena, me lo paso por el clítoris. Mientras sujeto el vibrador me toco los pezones, y me relamo cada vez que me doy un pequeño pellizco en los pezones. Veo que la bañera ya está llena. Me tumbo en ella y el agua caliente me relaja aún más. Abro un poco las piernas y me meto el vibrador dentro, dando pequeñas vueltas dentro de mí. De repente oigo como mi puerta se entre abre y veo una mano llena de tatuajes asomándose por la puerta. Oh Dios mío... Max está en mi habitación. Se acerca al baño y se me queda mirando. Miro a él y luego a su entrepierna y veo que está erecto. Se le sale la punta del pantalón.

-¿Vas a tardar mucho, tocándote con ese inútil vibrador?- Me mira relamiéndose.

- ¿Quieres que pare?-

-Quiero follarte. ¿Me dejarás?-

Chloé.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora