Capítulo: 28

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Cuando entré en la sala me sentí como en una de mis visiones. Era el mismo lugar en el cual estaba el infierno abajo y el cielo arriba. Era fascinante aquel lugar. Abajo había lava, rocas y hacia mucho frio. Sin embargo, arriba el cielo era de un azul pastel, había flores y el sol las iluminaba.

-Cómo es posible?- Le pregunté a Tay.

-En teoría no es posible... Pero es la simulación del mundo verdadero. Aunque solo lo veamos cómo está arriba.- Sonríe mientras observa el cielo de arriba.- Me costó mucho recrearlo. Me ayudaron unas cuentas gimeras... Para aquel entonces Luzos no se había pronunciado, asique el puesto de "jefe" lo había tomado mi padre...-

- Jacob Flint...- Le digo pensativa.

- Así es... Pero cuando Luzos lo descubrió, lo mató. - Abracé a Taylor por la espalda.

- Lo siento...- Murmullo.

-Tranquila... él ya lo sabía. Pero las cosas se volvieron muy feas desde entonces. Mi padre, mantenía buena relación con los cazadores, los dos querían permanecer en paz con la humanidad, asique por una parte, por eso soy bienvenido aquí. - Le abrazo más fuerte.

- Y por qué ninguno no tenéis vuestro apellido natal?-

- Buena pregunta. Pero algo obvia. En este mundo nos conocen, desde los recién nacidos gimeras hasta los cazadores. Pero en el mundo humano, no. Cuando vivimos entre humanos tenemos que elegir un apellido por nuestra seguridad. No podemos saber si esa persona es un humano o en realidad un gimera que te quiere ver muerto. Así que nos cambiamos de apellido. -

- Y mi apellido? Es real o me lo han cambiado?-

- El tuyo es real. Tu padre no quería cambiártelo... Y tu madre no pudo convencerlo. Por eso siempre estabas protegida por nosotros... Bueno, por mí. - Suelta mis brazos y se da la vuelta para mirarme.- Cuando te vi... no pensaba que acabaríamos así... es más, no quería estar siempre detrás de una chica. Lo hice por mi padre. El me pidió que te cuidara, luego Alison. Supongo que no quería sentir por ti lo que siento ahora... Me daba miedo que mi hermano descubriera todo... y así paso. Pero ahora... no puedo vivir sin ti, Chloe. Ahora...- Me coge de la cara con mucha suavidad y pega su nariz contra la mía.- Ahora... tu eres parte de mí... Eres todo para mí... No fui el mejor novio... ni nada por el estilo, pero siempre fui capaz de protegerte aunque parecía que no sabía nada de lo que me hablabas. Sobre todo tus cortes... Me dolía vértelos, pero no podía decirte nada hasta que no lo descubrieras por ti. Lo siento... Y lo siento por esto...- Me coge de los hombros y me empuja contra una roca que había atrás mía.

- Pero cojones te pasa Taylor!- Le grito cabreadísima.

- Lo que debo.- Se acerca rápido a mí y ahora me coge del brazo. Me acerca hacia él y me vuelve a tirar aún más lejos.

- Pero te has vuelto loco!- Mi sangre hervía a más de cien grados. Podía notar como mi sangre recorría cada rincón de mi cuerpo. Notaba un agudo dolor en la parte de la nuca. Pero cuando quería tocármela Taylor volvió a acercarse a mí. - Ni se te ocurra tocarme... Me has oído?- Le desafío con la mirada.

- Pues no hagas que te toque.- Me devuelve una mirada desafiante y veo que uno de sus ojos es negro.

- Estas bien?- Le pregunto.- Tienes un ojo...- Y antes de terminar la frase me tira contra el suelo.- Joder...!- Aunque pensándolo, no sé porque no me duele nada. Mientras Tay se vuelve acercarse a mí, yo me levanto lo más rápido posible.

- Ya empiezas a darte cuenta... de que... - Antes de que terminara de hablar me acerque corriendo y le di una patada que el pobre acabó volando.

- Joder! Lo siento!- Le grito mientras mi cara parece que ha visto un fantasma. El golpe no era tan fuerte... Pero parecía que volaba a velocidad de la luz.

- Jajaja, muy buena esa. No me lo esperaba. - Se ríe y se acerca a mí.

- Por que tienes un ojo amarillo?- Le pregunto estirando los brazos para que no se acercara a mí.

- Porque... Aquí, no hace falta que nos escondamos.- Me guiña un ojo y empieza a quitarse la camiseta. De repente veo que la parte derecha de su torso está cubierta de unas escamas. Me acerco con cuidado y paso la mano por ellas. Son suaves... pero de un color extraño. Después se gira y observo toda su espalda en escamas. Estas son de un color rojizo y plateado... Paso la mano por ellas y estas son ásperas y duras.

- Que es esto?- Le pregunto mientras sigo tocando su cuerpo.

- Esto somos nosotros en realidad. - Se da la vuelta y se acerca a mí. - Levanta las manos. - Hago lo que me dice y el me quita la camisa. Se queda embobado en mis tetas pero al ver mi cara de pocos amigos empieza a tocar mis escamas...

- Son como las tuyas!- Miro a mi parte derecha del torso y tiene la misma forma de escamas que la suya. Es suave, como las suyas pero el color es diferente. Son azuladas y verdes como la hierba.- Por que?-

- Estas... - Roza mis escamas. - Estas son solo nuestras... Cuando te marqué... Y nos enamoramos... nos salieron estas.- Señala las suyas. - Son el símbolo de nuestra unión, no solo de enamorarnos, si no que compartimos nuestros poderes. Tú eres fuerte porque yo lo soy. Sin embargo, las mías no tienen color porque aún no has encontrado tu poder absoluto. Cuando lo encuentres, mis escamas se volverán del color de tu poder. En ese momento poseeré una parte de tu poder. - Me sonríe y me roza el labio.

- Y por qué me quemaba por detrás cuando me empujabas?-

- Eso es porque tu poder está dentro de ti y no puede salir. Cuando lo descubras se liberará y te saldrán estas escamas. - Me señala por detrás.- Esas serán tuyas, y también te servirán de escudo.-

- Que pasada!- Chillo como una niña.

-Si, bueno... yo preferiría tener cuerpo de cazadores.- Me sonríe.- No tienen escamas... Solo ojos negros. - Se ríe descaradamente.

- Solo?-

-Solo.- Me afirma con la cabeza. - Salvo el pequeño detalle de que sus tatuajes son como otra parte de su poder. Cuando corren peligro, o alguna situación temerosa, les aparecen ciertas armas de la nada. Y verlo es una pasada. Parece que están incrustadas en su piel, pero en realidad no lo están.-

- Oh, eso explica los ojos negros de A y la espada que apareció de la nada aquel día.-

- Exacto. Pero cada uno tiene otras cualidades. Como nosotros.- Me sonríe.

- Las tuyas cuáles son?-

B

Chloé.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora