-Lo que te necesitaba...- Le susurro en el oído.
- Pero que dices ahora?- Su voz parece extrañada.-Sólo tenías cerrados los ojos cinco segundos.- Y tras oír esas palabras empiezo a sollozar.
-¿Qué te pasa pequeña?- Me abraza con más fuerza.
-Creo...- No paro de llorar.-Creo, que puede ver...el futuro.- Lo abrazo con más fuerza y mis lágrimas no paran de salir.
-¿De qué estás hablando?- Me coge la cara con las dos manos y junta su mirada con la mía.
-Acabo de vivir dos años después de lo que va a pasar hoy.-Le digo mirándole fijamente.
-¿Qué va a pasar?- Me pregunta asustado.
-Tu...Tu...- Aparto mi mirada de la suya. - Tú vas a morir hoy, después de desayunar.
-Por quien...- Me mira furioso, pero a la vez sus ojos se llenan de lágrimas.
-Por Jamie.- Lo miro y vuelvo a sollozar. Él aparta sus manos de mí y yo pego mi cabeza en la almohada.
- Hanting...-Dice con rabia en la voz.
-¿Lo conoces?- Levanto mi cara.-¿De qué?-
-Es un cazador señor. Hijo de Arthur...-
-Si, lo vamos a conocer hoy.-
-No, vamos a cambiar nuestro futuro. Podemos hacerlo, y lo haremos. Mi misión fue y es, protegerte. Si me tienen que matar, me matarán en la guerra, no desayunando contigo.-Me mira, y sus arrugas en la frente aparecen. Se acerca a mis labios y me susurra:-Una parte de mi es inmortal...pero la otra es la que tienes guardada aquí.- Señala con el dedo índice donde tengo el corazón.
Hago una mueca de dolor, y Tay se aparta de mí a velocidad de la luz.
-Tu herida.- Me dice y se sienta en frente mía,
-Quiero quitarme el vendaje, me queda mal.- Le sonrío con una sonrisa tímida y picara a la vez.
-Ni te has visto en el espejo.- Me mira con cara de imposible.
-Ya, pero, recuerdas que he visto el futuro, ya lo vi en ese tiempo lo mal que me quedaba.-
-Si tú lo dices...-Se levanta y me trae las tijeras.
-Vamos a ver esta costra marrón.-
-¿Cómo sabes...?- Observa y dice: -Olvídalo.-Me besa y me corta la venda. Da varios giros al rededor y me lo quita.-Pues sí, esta marrón, pero parece curándose. -
-Lo sé, saldré de ella.-
-Justo lo que quería decir.- Sonríe asombrado.
-Entonces vamos a desayunar?-
-No.-Le digo cortante.-Primero cuéntame todo sobre Jamie Hanting y tú.-Me acomodo en la cama, mientras el tose para aclarar la garganta.
-Pues a ver...Fue hace muchos años, cuando yo estaba empezando en la universidad, Jamie estaba ya en la mitad del curso. No iba soltando a nadie que soy mitad gimera, y supongo que tampoco quería llamar la atención de un cazador, que no fuera leal a Alison.-
- ¿Y eso?-Le pregunto extrañada.
-Tú y Alison, siempre fuisteis buenas amigas, y ella ya sabía lo que eras, hasta antes que yo. Entonces un día le conté de quien soy el hijo y quien es mi hermano, y desde ese momento fui como uno más de los cazadores, aunque las pintas de macara y piercings más tatuajes, no era del todo lo mío. Alison, presentía de alguna manera que sin mí, tu estarías perdida, por lo que confió plenamente en mí, y dejo claro a los que le son fieles que soy como parte de ellos. -
-Entiendo, continua.- Me tumbo más cerca de él, porque para mí sí que parece que han pasado años sin estar con él. Me abraza y sigue contando.
-Pues eso, no quería llamar la atención. Pero un día, me cruce con Jamie por el pasillo y él me olió. Si viste como me ma...mato.- Me mira con dolor en la cara al decir eso. -Entonces te puedes imaginar el poder que tiene. Pero yo no le di importancia y seguí. Pocas horas después, me di cuenta de que alguien me perseguía, y gracias a Tygger, supe que fue él. Ella me durmió, y me enseñó el mundo visto de otra forma, el mundo que tenía el infierno arriba y la vida abajo.-
-Mi sueño...-Murmuro para mis adentros.-
-¿Qué?-
-Nada, sigue.-
-El infierno estaba lleno de gimeras, sus ojos eran negros, y no podías entender que veías. En cambio, la vida era distinta, según Tygger cada uno ve la vida de formas distintas como de verdad la ve en realidad y yo te vi a ti. -Me sonríe y me besa en la frente. -Cuando me desperté, noté que alguien me observaba y era Jamie. Estaba justo encima de mi cabeza diciendo palabras raras en otro idioma. Pero Alison apareció de la nada y me salvó. Le explicó que yo no era malo, ni nada de esto, pero le dio igual, y desde ese momento quiere acabar conmigo.-
-Vaya...- Lo miro con cara de preocupación y lo beso.
De repente alguien toca la puerta y miro a Taylor y un miedo se apodera de mí.
-Escóndete, no te voy a perder más.-
Me acerco a la puerta y me concentro para percibir el olor, pero no consigo reconocerlo.
-¿Quién es?-
-Soy Arthur Le Blanc, el propietario de todo esto. Me gustaría presentarme, y no hablar a través de la puerta.-
Le abro la puerta y veo a un hombre elegante ya mayor, y con anillos grandes y de oro en las manos, de los cuales no me fijé la vez pasada.
-Hola señor Le Blanc, ¿en qué puedo ayudarle?-
-Bueno, primero quería presentarme, y segundo, había una reserva al nombre de Taylor Brown y nadie asistió.-
-Oh, el desayuno, cierto, cierto. Lo siento señor Le Blanc...-Y cuando iba a terminar la frase me interrumpe Tay.
-Señor Le Blanc, cuanto tiempo!- Veo a Taylor acercándose con una sonrisa de oreja a oreja.
-Hombre! Señor Brown...Ya veo, porque no habéis bajado al desayuno, con lo preciosa que es vuestra novia. Nos sonreímos.
-Gracias señor. Pero sin embargo, íbamos a bajar ya para buscar a vuestra sobrina. La habéis visto por casualidad?-
-Pues no la verdad, me acabo de cruzarme con mi hijo, que salía del comedor. Jamie, igual lo conoce.-
Al oír su nombre mis rodillas empezaron a temblar, y Taylor me cogió lo más rápido posible de la mano.
-Si, lo conocemos, que le trae por aquí? Alison no me dijo que estaría.- Le digo en tono cortante y me agarro más fuerte de la mano de Tay.
-Bueno, yo tampoco me lo esperaba, pero bueno, algo trama este chico.-sonríe.- Siempre fue un misterioso de toda la familia. Sobre todo después de que le nombraron ¨señor¨.-
-Desde luego.- Taylor le da razón.
-Bueno, creo que por ahí viene Alison, os dejo tranquilos. Ya nos veremos pronto, muy pronto.-Me sonríe y se va.
-Chloe, tenemos que hablar.-Me empuja dentro de mi habitación y cierra la puerta con llave.
-Tengo dos noticias. Una para cada uno.- Nos mira a los dos, y cuando mira a Tay parece preocupada.
-Empieza por Chloe.- Dice Tay.- Yo ya intuyo la mía.-
-Vale.-Le mira y luego me mira a mí. Su cara empieza a iluminarse y sus ojos están llenos de brillo.- Erick y yo...- Y antes de que termine suelto:
-NO,NO,No.... No puede ser...-

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Chloé.
FantascienzaChloé Tatum nunca se imaginó que su vida que siempre había vivido resultó ser una falsa, para protegerla de su médico. Todo lo real, aquí se convierte en lo que nunca nadie pudo imaginar. Adentarte a la aventura de Chloé junto con muchos personaje...