- Chloe... Ponte esto encima.- Me dice mientras me entrega una chaqueta. - También tienes aquí tu catana y las cadenas.- Mientras sujeto las dos cosas en la mano, Tay me pone uno de sus viejos cinturones.-Aquí puedes colocar lo que lleves.- Me señala un gancho.- Aquí para la catana. Y aquí para las cadenas.- Me coloca las armas y dirige su mirada a la mía. - Recuerda lo que me prometiste.- Le observo con la boca abierta, pero él me la cierra suavemente y después me besa.
-Te quiero... No te...- Tay me vuelve a besar.
- Yo también te quiero. Y no, no moriré.- Me sonríe, pero en sus ojos observo como unas lágrimas se quieren formar.- Procura salvarte, vale?- Y dos lagrimas caen de sus ojos. Una es de color sangre.
- Esto es sangre?- Le quito las lágrimas.
- Tú también la tienes. -Limpia mis lágrimas. Me da un beso en la frente.- Vámonos.- Nos cogemos de las manos y vamos bajando por las escaleras cuando un ruido invade todo el lugar.
- Ya están aquí.- Gritó Alison.
Noté como mis escamas empezaron a salir por mi cuerpo. Entonces supe que estaba lista. Cogí aún más fuerte a Taylor. Una mala sensación me invadió la mente. De repente noté que era Evan que quería comunicarse, pero no se lo permití. Me resbale en el último peldaño pero Tay me levantó rápidamente.
-Estas bien?- Me preguntó.
-Está aquí.- Me quedé observando como los cazadores destrozaban las cabezas a las gimeras. Mientras que los gimeras que estaban de nuestro lado clavaban sus garras en su interior y arrancaban todo lo que podían. -Se dónde está.- Le dije a Taylor mientras un olor de Evan rozaba mis fosas nasales. Oh ese maldito olor... Solté la mano de Tay y fui corriendo tras el olor. Un par de gimeras se me cruzaron por el camino, pero saqué mi catana. Me puse en posición de ataque y le corté la cabeza en dos a uno. Tan solo me quedaba otro más. Pero de la nada saltó otro encima de mí y me tiró al suelo. Sus babas salpicaron mi cara. Mientras intentaba desenganchar la cadena uno tercero se acercó por debajo. Pero la voz de Alison salió de la nada.
- Toma cabrón! No te atrevas a tocarla! Aquereso monstruo.- Se pudo escuchar como el cuchillo de A traspasaba la cabeza de uno. Mientras ella se encargaba de uno, yo tire encima del cuello del otro la cadena y lo estiré hasta que su cabeza explotara.
- Que asco!- Grito, mientras me quito los restos de la cara.
- Buena esa. - Me dice A. - Te ha enseñado bastante bien. -
- Y más cosas que me enseño.- Fijo mi mirada en un gimera. - Ese a las doce.- Le digo mientras me dirijo a él. La gimera se da cuenta de mí y se me acerca. Intenta saltar pero yo le cojo del cuello. Fijo mi mirada en la suya y giro a un lado, el gira en el mismo lado. Giro al lado contrario y él hace lo mismo. Ahora que sé que estoy en su mente... Quiero que te partes por la mitad. Le suelto la garganta y la gimera empieza a destriparse poco a poco sin quitarme la mirada. Una sustancia negra sale de su interior y a poco cae muerto delante de mí. Recobro la postura y me giro a A.- Has visto?- Le pregunto mientras la boca de A llega al suelo.
- Brutal...- Cierra la boca y clava su cuchillo a uno que venía de atrás. - Yo sé hacer esto.- Sus ojos se vuelven negros y observo como un par de cuchillos salen de su espalda. Un gimera se le acerca a lo que sin moverse del sitio, le clava los dos cuchillos en el centro de la cabeza. Cuando sus ojos vuelven a ser normales me mira y se ríe. - Alucinante verdad?-
- Brutal...- Le digo pero una bestia grande y asquerosa se acerca hacia ella.- Cuidado!- Le grito a A mientras veo como la bestia negra le atraviesa el corazón. - NO! Alison! No!- Gritó a todos los lados pero no veo a nadie que pueda ayudar. Su cuerpo se desploma delante mía y su sangre atrae a más gimeras. La bestia negra se me queda mirando y percibo un olor familiar. Evan. - Por qué los has hecho?-
- Jajaja.- Se ríe y se da la vuelta. Mientras observo su espalda una voz en mi mente empieza a hablar. Su voz. - No podía saciar mis ganas de matar a alguien cercano a ti... Y ahora... me lo has dejado en bandeja Chloe. Estabais tan cerca...- Se vuelve a reír.
- No, no te atrevas a irte. Me quieres? Aquí me tienes.- Saco mi catana y bajo mi cabeza mirando al cuerpo de Alison. En la otra mano cojo mi cadena y empiezo a dar vueltas. Evan se gira a paso lento y me clava sus ojos amarillos.
- Que valiente...- Su voz ronca retumba en mi mente.
- No puedo decir lo mismo de ti.- Levanto mi cabeza para verle mejor.- Escondiéndote en tu forma de gimera... Vaya, vaya... Pensaba que el mismísimo Luzos sería más valiente. Pero veo que no. -
- Aun sigo siendo el más poderoso.-
- Demuéstralo.- Lo desafío mientras comienza a convertirse en su forma humana.
- Contenta?- Da vueltas para enseñar su forma humana. - Aquí me tienes en mi forma humana. Decepcionada?- Su cuerpo estaba lleno de cicatrices y parecía que todo su cuerpo estaba cosido.- Mi cuerpo humano no es como el de tu novio. Son guerras y guerras. Pero aun así... No puedes resistirte a mi.- Cuando me doy cuento está enfrente mía. Me coge de la cara y clava sus ojos azules en los míos.- Cuanto tiempo sin verte...- Me regala una sonrisa adorable. Mientras estábamos mirándonos, saqué con cuidado mi catana y le corté los dos brazos a la vez.
-Mucho tiempo te has quedado mirando algo que no te pertenece.- Sonrío al observar como su cuerpo se vuelve a cubrirse con su piel de lagarto negro. Sus ojos amarillos no paran de mirarme fijamente. - Aun miras?- Le digo desafiante mientras quito su sangre de mi catana.
-Jajaja...- Su risa resonó en mi cabeza pero no vi como había desaparecido.
Vi a Alison muerta en el suelo. Corrí hacia ella y busqué la piedra de resurrección en mis bolsillos. Le quite lo que tenía en las manos y le puse la piedra en la mano derecha. Pero no había efecto ninguno. Maldita sea... Igual es muy tarde. Un gimera se acercaba por la derecha y otros dos por la izquierda. Cogí mi catana del suelo, empecé a mover el cable y cuando el de la derecha se acercaba, les tire la cadena a otros dos mientras le partía la cabeza al otro. Los tres cayeron al suelo al unísono. Mire a A, y seguía sin dar ninguna señal de vida. Miré alrededor y no había nada. Solo cuerpos de humanos, de gimeras y algunos cazadores. No había restos ni de Erick, ni de Taylor. No había nadie.
-Chl...- Un murmuro sonó detrás mía y observé como el cuerpo de Alison convulsionaba. Me acerque y la cogí de la cabeza para que no se hiciera daño. Tras unos cinco minutos largos Alison tenía los ojos abiertos, pero seguía sin hablar. Tenía la mirada petrificada. Pero parecía no darse cuenta de mi presencia.
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Chloé.
Bilim KurguChloé Tatum nunca se imaginó que su vida que siempre había vivido resultó ser una falsa, para protegerla de su médico. Todo lo real, aquí se convierte en lo que nunca nadie pudo imaginar. Adentarte a la aventura de Chloé junto con muchos personaje...