Capítulo: 16

6 2 0
                                    


- Eso depende...-Le miro mordiéndome el labio, mientras me saco el vibrador de mi sexo.

- Depende de ¿qué?- Se cepilla el flequillo, y empieza a desabrocharse el botón del pantalón.

- De las ganas que me tienes, y de las que te duraran.- Le guiño un ojo mientras levanto el vibrador y le doy un lamentazo, mientras miro a Max.

- Estas ganas de aquí - Saca su erección del pantalón.- son... ¿pocas?-

- Mmm, no sé...Sácame de aquí y demuéstramelo.-

Se acerca a mí, me coja de mi sexo y de mi espalda y me levanta de la bañera, teniendo su muñeca entre mi pierna y su mano derecha rozando mi teta. Me lleva a la cama y me tira encima. Se acerca a la puerta y le echa el pestillo.

-¿Cómo te has escaqueado?- Le pregunto mientras se acerca.

- Soy cazador, soy sigiloso...Y aparte, el ruido de tu ducha tapa cualquier sonido. Erick cree, - Se acerca a mí, se pone encima y me pega un pequeño mordisco en el pezón.- que me he dormido.-

- Pero en realidad...- Le rodeo con las piernas y él cae encima mía, rozando mi clítoris con su pene.- has venido...- Me pega un beso en la boca.

- He venido a darte placer... Tus muslos sufrían en la cena...Y yo también, me moría por estar dentro de ti.- Desplaza su dedo índice por todo mi cuerpo, hasta llegar a mi sexo. Y poco a poco lo introduce dentro de mí. Lo mete y lo saca, mientras levanto y bajo mi pelvis, y él me besa la boca, y nuestras lenguas juegan. - Está tan mojadito...- Se relame y me pasa su dedo por mi boca. Baja despacio lamiendo todo mi cuerpo hasta llegar a mi sexo. Y noto como su lengua da vueltas alrededor. Le da un mordisco a mi muslo y empieza a rozar con su pene mi clítoris. De arriba, abajo. Y poco a poco me va metiendo su pene y se me pone la piel de gallina. Hacía tiempo que no gozaba de esta manera.

- Sigue...- Le pido jadeando, pero en vez de seguir para, y se me queda mirando.

- Sólo si prometes guardar esto en secreto.- Se agarra de la piel de la cara y se quita la piel... ¡Dios mío! Se acaba de arrancar la piel, y veo como unos ojos azules e inocentes empiezan a mirarme. ¡Dios mío! Es el primo de Alison!

- ¿Qué haces aquí? ¿Cómo me has encontrado?-

- Tu olor, huele muy apetitoso...- Y empieza a besarme el cuello. Y yo jadeo otra vez.- Y estarás conmigo, sólo conmigo.- Me sonríe con malicia, y me embiste con brutalidad y sin parar.

Al despertarme, me di cuenta de que no había ni rastro de él. Me duché lo más rápido posible y bajé a la cocina, por si me daba tiempo de pillar a Alison, y preguntarle sobre Max o Arthur, o lo que fue ayer. Pero no tuve tanta suerte. Me topé con un Max medio adormilado y sentado en el sofá con una taza grande de café.

-Hola, Chloe.-

-Hola...- Le miro extrañada.- ¿Max,verdad?

-Si, ¿qué tal has dormido?-

-Bien, gracias, y ¿tú?- Le miro extrañada.

-Pues bien, aunque parece que me he bebido tres botellas de whisky.-Me sonríe con una mueca de dolor.

-Y...¿No recuerdas nada de lo que pasó a noche?-

-La verdad es que no, solo la cena, y mi cama.

-Bueno pues será un mini cambio por estar aquí. A mí me pasó lo mismo la primera vez que bajamos aquí.-

-Probablemente.-

-Bueno, y ¿qué vamos a hacer ahora?-

-Pues yo por como estoy, pensaba en dormirme toda la tarde pero, te tengo que cuidar así que, dímelo tú.-

-Pues... ¿Una película?- Le sonrío, y voy a buscar alguna película interesante.

-Por mi vale.-Me sonríe, y se levanta a dejar la taza.

-¿Qué tipo de películas te gustan?-

-Chloe, tu pon la que quieras, yo mirare sin protestar.

Escojo una película al azar, la pongo y me acerco a él. Max se pega más a mí y me abraza. Se acerca a mi oreja y me dice:

-Sí que me acuerdo de lo que pasó ayer. No soy tan tonto como para olvidarlo.- Me muerde la oreja y noto como su respiración jadea.

Mientras nos devorábamos, desde la puerta principal se oyó un golpe fuerte y Max se asustó.

-¿Ha oído eso? Dijo Max, mientras me ponía de pie, y me arreglaba el pelo.

-Si-Miro el reloj, luego la fecha, y es demasiado pronto para que vuelva Alison con Erick. - Es muy pronto para la vuelta de A con Erick.-

-Lo sé...Pero tienes que esconderte.- Se acerca sigilosamente hacia la puerta mientras que yo me doy la vuelta a buscar donde esconderme. -Chloe...-

- ¡Max?-

-No me digas donde te has escondido, aunque te esté buscando.-

- ¿Por qué?-

- Porque ese no seré yo.-

Me voy corriendo a la habitación de Alison y en su cama encuentro una carta con mi nombre. Mientras abro la carta, oigo sonidos raros, y gruñidos, sin contar todas las cosas que se estarán cayendo. Por fin consigo abrir la carta y veo una llave pequeña y una nota que dice: "Mi armario. Ábrelo y corre hasta el final.¨ Me acerco al armario y lo abro. Parece normal, pero rebusco en su interior y veo una puerta. Meto la llave y la giro.

-¡CHLOE!-Oigo a Max gritar, pero cierro rápidamente el armario y me meto en ese pequeño espacio. En el suelo veo pequeños charcos de agua, y un taburete con otro sobre y un mechero. Lo vuelvo a abrir y dice: ¨ Si has llegado hasta aquí, es que te han encontrado. Utiliza el mechero para poder ver en la oscuridad, y utiliza tus dones de gimera para encontrar la salida. Durante el camino puede que encuentres un mapa de estos túneles, pero no te fíes de ellos. Algunos pueden estar bloqueados.¨ Miro la firma y... ¡Está firmados por Taylor! Cojo el mechero lo enciendo y comienzo a caminar.

Tras cinco minutos de caminata no sé dónde ir, así que tendré que concentrarme en olor. Cierro los ojos y respiro lo más profundo que puedo. Se me viene primero el olor de las viejas alcantarillas, luego como algunos ratones están comiendo un pequeño trozo de queso, como se mueven las hojas y el olor de frescas rosas. ¡Rosas! Abro los ojos inmediatamente y voy corriendo tras el olor de las rosas.

Por fin conseguí salir de esos túneles y una luz me ciega los ojos. Me cuesta adaptarme a tanta luz, después de varios años bajo el suelo. Me giro al rededor y veo que estoy al lado de la mansión de Arthur. Pero no veo a nadie. Entro en la mansión y me encuentro otra vez en ese hall tan bonito. Subo despacio a lo que era mi habitación y encuentro mi vestido en la cama. Lo toco, y sigue estando tan suave como antes. Cierro la puerta, y hago una palanca con la silla. Me tumbo en la cama y cojo una camiseta de Taylor y me la pongo. Me aseguro de que no haya nadie al rededor y mis ojos se cierran.

-Concéntrate en tu olfato.- Me susurra Taylor.

-Está bien.- Cierro los ojos e intento concentrarme. Pero nada. Esta gente está loca, como voy a saber yo eso.

Abro rápidamente los ojos y veo a Taylor encima mía esperando a que oliera algo. Lo miro, una y otra vez, hasta que me dice:

-Chloe, concéntrate.- Me vuelve a decir Taylor. Pero me doy cuenta que esta situación me suena. Abro los ojos y me encuentro con los ojos de Tay mirándome. Mis ojos se llenan de lágrimas y estiro mis brazos para abrazarlo. Lo abrazo. Lo siento. Está aquí, está vivo.

Chloé.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora