-----POV Narrador-----
Una mañana como cualquiera, llena de sangre y tripas flotantes... Un tiburón se hallaba en medio de todo ese cáos, resistente e inamovible, después de todo tenía un propósito y muchas cosas en juego...
Samekichi: -¡Sheep!- Alzó la Espada Sagrada en dirección a la mujer -¡Tú sigues!- Dijo con una mirada confiada...
Sheep: -Jijiji...- No pudo evitar reírse... -Ven is puedes- Hordas de enemigos aparecían frente a él, estaba exhausto y completamente solo, iba cortando, despedazando a los que se cruzaran, pero no fue suficiente, lo lograron apresar... -Te ves mejor atado, será mejor que te acabe de una vez, pero primero podría hacer algo más contigo- Aquella mirada perversa disgustaba a Samekichi, sabiendo lo que iba a hacerle simplemente atinaba a resistirse, pero tener a tantos apresándolo no era muy productivo que digamos... -Ahora...- Con uno de sus tentáculos que salían del caparazón de su cabeza tomó el mentón del tiburón -Empieza la diversión...- Antes de que pudiera hacer algo algo le cortó el tentáculo, una daga, clavada en el piso y con aquel pedazo a su lado... -¿¡Pero qué!?- De detrás de Samekichi, en el aire se podía visualizar una persona, otro tiburón, uno que se acercaba rápidamente, golpeando el piso al caer y haciendo que los demás retrocedan a excepción de Samekichi, que estaba quieto, como si nada hubiera pasado... -Tú... Tú eres la causa de que Old no me mire, debes morir...- Dijo sonriendo sádicamente
Samriaku: -Na, la muerte es aburrida, pero sí que te puedo enseñar a jugar a cómo morir partida en pequeños pedazos- Con su garra todavía en el piso se encontraba agachado, tomó la daga con su mano libre y sacó la otra de la tierra, se encontraba cubierto de sangre por algún motivo -Por cierto- Con una corriente de agua recuperó la Espada Sagrada del piso y se la entregó a Samekichi... -Ten, te hará falta- Mirada decidida y sonrisa despreocupada eran lo de menos, dentro de él se sentía que guardaba una terrible ansia de sangre...
Samekichi: -Oye...- Dijo tras tomar la espada y ponerse en posición -Dos cosas... Uno, nada de esto se lo dices a Wadanohara ¿Entendido?- Dijo algo nervioso -Y dos, no te contengas, necesitaremos toda la fuerza que tengas aquí
Samriaku: -Claro, es más, tengo yo también dos cosas que decirte- Dijo sonriendo despreocupado -Uno, no me iba a contener, por lo que probablemente deberías quedarte fuera del camino y atacar a... Esa mujer loca...- Señaló a Sheep, sin conocerla... -Y dos- Sonrió de manera sádica y se dio la vuelta, viendo a los esbirros -Ni una palabra de esto a Memoca- Dijo antes de abalanzarse al unísono de un grito potente, partiendo a varios de los esbirros con tan solo una de sus garras -¡Vengan a mi pedazos de mierda!- Recordando lo sucedido con su madre intentaba desahogarse con esta pequeña escaramuza...
Samekichi: -Ahora sí... Sin interrupciones ni trucos...- Miró furioso a la mujer -Te toca morir- Apuntó la espada a la mujer, que chasqueó con la lengua y se preparó a pelear, con sus manos, con garras afiladas... El atardecer se presentaba de manera suave, dando paso a la luna, era casi de noche...
Hace tan solo un par de horas...
Samriaku: -Esto está de puta madre- Dijo mientras comía de las galletas que la gaviota había horneado recientemente. Luego de despertarse de aquellas horribles pesadillas bajó a la cocina encontrándolas allí... Comiendo como si nada pasaron más de diez minutos, al haberse despertado hace poco le hacía estar lento, pues no era el mejor despertando en las mañanas o después de una siesta, es más, le costaba horrores el levantarse tan siquiera... Al menos mantuvo ese carácter dormido hasta que escuchó el ruido de las escaleras, con la gaviota adormilada bajando, rascándose un ojo. Al ver que era ella se relajó, despertando al fin del todo... -Hola, estaba comiendo de estas galletas, están ricas- Dijo como si nada, la gaviota dio un bostezo, tapándose la boca de manera perezosa y estirándose, con ambos ojos cerrados
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WatGBS: Leguas viajadas
FanfictionSamekichi ha vuelto del Mar de la Muerte hace dos años, donde tuvo varios encontronazos con otro tiburón que podía usar magia. El Mar Azul y sus habitantes han comenzado a ser más estrictos con los visitantes y los que no conocían. Aquel mar inocent...