-----POV Narrador-----
Tras haberle mordido el estómago a Sal, Samriaku, retrocedió... Su mirada de rabia, un animal al acecho... Sal sólo sonrió de manera macabra, sabía que la ira era una poderosa herramienta, pero una muy perjudicial. Su herida se cicatrizaba de manera rápida, su regeneración acelerada era una de las ventajas que tenía tras haber sido imbuido con el poder de la reliquia lunar... Samriaku terminó por escupir la carne en su boca, su cara manchada de sangre, que brotaba de su boca con más intensidad, pedazos de carne aun entre sus dientes, mostrando sus colmillos, preparado para pelear...
Sal: -¿Enojado?- Dijo mirándole fijamente -Sólo maté a tu madre, no a ti- Rió de manera sonora, Samriaku solo lo miraba... -¿Qué pasa? ¿Aterrorizado?- Dijo antes de ser empujado hacia las paredes del castillo por una corriente de agua
Samriaku: -¡¡CIERRA LA PUTA BOCA!!- Un puñetazo en la cara lo envió de vuelta a donde estaba, pero esta vez se generó un pequeño cráter en el suelo por la fuerza con la que lo golpeó Samriaku -¿¡SIEMPRE FUISTE TAN ESTÚPIDO!? ¡NO DEBERÍAS JODERME, PELEA DE UNA JODIDA VEZ!- Dijo sin apartar la mirada del albino
Sal: -Si eso quieres- Se abalanzó, pero al intentar golpearlo en la cara una de las garras lo detuvo con un solo dedo -¿Pero qué...?- Sin poder creer el poder del chico y su potencia tuvo un momento de lucidez, con el cual acompañó una cara de terror, su ira no solo lo hacía más fuerte, sino al dragón... -No...- Quiso alejarse, pero al querer saltar Samriaku lo tomó de la pierna, estampándolo contra el suelo, luego lo lanzó al aire y de un simple movimiento lo siguió, allí lo golpeaba con rápidas ráfagas de golpes hasta que al final le dio un puñetazo tan fuerte que además de generar otro pequeño cráter hizo que rebotara. Al Sal tocar el piso y rebotar, Samriaku, cayó con una velocidad de vértigo, mientras el albino estaba en el aire optó por darle una patada en la mandíbula, lanzándolo hacia el agujero en la pared. Al caer allí todos lo miraron con terror, Memoca estaba más cerca que los demás por si acaso, por esa razón Sal la tomó de la pierna, como si la usara de apoyo, de inmediato Memoca intentó soltarse, pero el agarre era demasiado fuerte. Samriaku se acercaba caminando, como si disfrutase con ver el terror en los ojos de Sal, que buscaba la salida más cercana de la situación. Tras intentar levantarse, Samriaku, que ya había llegado allí, lo tomó del cuello y lo alzó, pero en vez de quebrarlo decidió quebrarlo a él de otra manera
Samriaku: -Podría matarte, pero no lo haré, te haré sufrir, te haré perder el conocimiento para luego despertarte y volverte a dejar al borde de la muerte, te destrozaré parte por parte, te arrancaré los brazos y piernas para que no puedas defenderte, te arrancaré la lengua para no tener que escucharte, te arrancaré los intestinos y por último te aplastaré la cabeza para al final darle de comer puré de cerebro a las bestias que habitan en tu mar, para después matar a aquella reina que tanto adoras. ¡ESPERO DISFRUTES DE UNA PROBADA DE TU PROPIA TORTURA!- Tras terminar de hablar todos lo miraron sorprendidos y algo asustados, él ya no estaba serio, no estaba enojado, sonreía, tenía la mayor sonrisa macabra que jamás habían visto. Al instante aquella imagen de Samriaku que se le había ocurrido a Memoca hace un tiempo le había vuelto, pero no en pensamientos, en la vida real, ella se cayó al suelo del miedo, pero rápidamente espabiló, a pesar de querer hablar notó que Samriaku ya no estaba frente a ella, él ya estaba a lo suyo...
Memoca: -Sam...- Su mirada de preocupación llevó al pulpo a saber su próximo movimiento -Debo ir...- Dijo decidida y enojada
Fukami: -Te acompaño- Dijo serio -¿Alguien más que quiera venir?- Miró al resto, sabiendo que los demás del grupo debían quedarse protegiendo a los civiles por si acaso -Vamos entonces...- Mientras tanto, Samriaku se había lanzado, con Sal por delante mientras lo agarraba del cuello, a través de las paredes del castillo, atravesando la puerta sin problemas, lanzando a Sal hacia el Mar antiguo
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WatGBS: Leguas viajadas
Fiksi PenggemarSamekichi ha vuelto del Mar de la Muerte hace dos años, donde tuvo varios encontronazos con otro tiburón que podía usar magia. El Mar Azul y sus habitantes han comenzado a ser más estrictos con los visitantes y los que no conocían. Aquel mar inocent...