WatGBS: Leguas viajadas

Cap. 18: Momento en sueños

-----POV Narrador-----

Samriaku: -Aunque con todo esto de hablar se me olvidó algo- Dijo algo nervioso -¿Cómo vamos a hacer con el cuarto único? ¿Cómo lo separamos en dos habitaciones?- Pensativo se recostó en el sillón

Memoca: -¿Hace falta?- Dijo encogiéndose de hombros -Quiero decir, no tenemos nada que ocultar- Con una ceja arqueada respondió

Samriaku: -Sería incómodo el tener que cambiarnos de ropa en la misma habitación- Dijo sonrojado, pero calmado

Memoca: -Solamente debemos ir al baño y cambiarnos allí ¿No te parece?- Dijo bastante sorprendida de que el hechicero no hubiera pensado en esa posibilidad

Samriaku: -Tienes razón, se me escapan las ideas al estar exhausto- Su sonrisa despreocupada estaba presente y con ella cerró ambos ojos

Memoca: -¿Vas a dormir? Apenas son las dos- Dijo mirando al reloj

Samriaku: -Después de todo el lío que hice para tener todo listo a tiempo me merezco dormir- Abrió un ojo y luego lo cerró

Memoca: -Entonces ve a dormir a la habitación- Le dio un golpecito con dos dedos en la frente, haciendo que el tiburón se sorprendiese, por poco y cayendo del sillón

Samriaku: -Claro, claro- Se levantó y se dirigió escaleras arriba, donde había un pasillo con las puertas que conducían a las habitaciones respectivas del segundo piso, primero entró a la del baño y vio cómo era, grande, espacioso, con la ducha separada por una mampara. Al notar que era de su agrado fue directo a la habitación, donde, como le prometieron a Memoca, habían dos camas separadas. Utilizó su magia y se colocó ropa más cómoda, no utilizaba esta habilidad para nada más que eso, prepararse para dormir, no le gustaba el hacer trampa en el juego que él consideraba la vida. Pantalones de pijama, pero tenía la costumbre de dormir sin nada en la parte superior -A dormir- Bostezó antes de caer rendido sobre la cama, acomodándose, sin taparse con las sábanas tan siquiera...

-----POV Samriaku-----

De a poco fui cerrando mis ojos, entrando en un profundo sueño, me sentía liviano, como si al final de todo este trabajo hubiera estado la fuente de la vida eterna.

No me tomó mucho el entrar en los profundos estados del sueño, me sentía como en el cielo... Aunque, literal, estaba en el cielo...

Primero me sorprendí, intenté patalear, como si me cayera y no supiera qué hacer, pero noté que no descendía, es más ni flotaba, era como si estuviera en el agua, todos los habitantes del mar sentimos el agua como el piso, es por eso que podemos caminar sobre ella... Generalmente nadar es más rápido, pero el poder caminar sobre y en el agua nos era como una bendición. 

Al principio pensé que flotaba en el aire, pero al ver peces nadando como si nada noté que era como el mar, es más al ver arriba podía ver la superficie del agua, como si el mar hubiera llegado al cielo...

Instintivamente comencé a nadar, era como un paraíso, todo el mundo me veía con cara alegre, como si mi presencia les trajera felicidad...

No me tomó mucho el encontrar una zona civilizada, es decir, un pequeño pueblo. El pueblo en cuestión era como Pueblo Profundo cuando era niño, lo reconocería a kilómetros de distancia, era el lugar más preciado para mi.

Al instante en el que puse pie en el lugar, los dos primeros espíritus que conocí me dieron la bienvenida, uno era una tortuga de mar, el otro una mantarraya, ellos nunca me dieron sus nombres, decían que era malo para los espíritus, y a día de hoy les sigo creyendo...

Aunque al entrar noté que estaba sorpresivamente vacío, como si nadie viviera allí... Sin embargo alguien se me acercó desde atrás, un espíritu, lo podía sentir, era Mirage, tenía un olor característico a arena