Final.

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QUIERO AMARTE — NOEL SCHAJRIS FT. ARMANDO MANZANERO.

Sé que desaparecí por una buena cantidad de meses, por ello quiero darles las gracias a tod@s y cada uno de los que tuvieron la enorme paciencia, y que hoy están aquí para leer el final de este Maravilloso libro. Me faltan bastantes muchas más palabras que un simple "gracias", recuerden siempre que sin Uds es imposible darle vida al inigualable mundo de los libros. Sin lectores la escritura es solo eso, palabras y más palabras plasmadas en hojas que, pueden o no, tener sentido. Sin Uds, es ilógico, que los escritores existan. Uds se encargan de transmitir y llevar todo eso que los escritores redactamos a un sin número de fronteras, por ello, siempre les estaré eternamente agradecida.

Besos.
Feliz semana, feliz Navidad, y feliz año 2018
Mafer

Mi señora.

Pero todo eso que pensaba podía ser sencillo, no fue así

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Pero todo eso que pensaba podía ser sencillo, no fue así.

Sentado en una enorme poltrona que hay en la casa de sus padres, en La Toscana, dejo que mi vista se pierda en el horizonte, en esos puntos fijos y sin forma definida que esconden la noche.

Antonella duerme. En este instante, en su situación, es lo mejor que puede hacer, quizá descansar sea la terapia idónea para que se dé por total y completo la vida que anida en su vientre, para que no se apagué así como se esfumaron las anteriores, dejando solo huellas de dolor, indignación, un leve toque de ira, y mucha impotencia en la chica de la cual me enamoré de forma perdida.

Desde el día que decidimos estar juntos, ha tenido dos pérdidas. Un aborto espontáneo, del cual ni siquiera sabíamos la existencia de un embarazo, ya que fue muy veloz el que quedara en estado tan repentinamente.

A solo un mes de estar juntos, llegando de una fiesta que culminó de madrugada, donde ambos estábamos con el alcohol en grados elevados circulando por nuestro cuerpo, y a alguna hora de la mañana, comenzó su sangrado profuso y los dolores en su útero. Las contracciones habían llegado y esa vida se apagaba sin medida ni freno. No hubo forma de hacer nada, solo llevarla al hospital y que el personal indicado hiciera lo necesario para detener la hemorragia y controlar sus signos vitales.

Allí me enteré que lo mismo ocurrió cuando estuvo casada con Luciano, con la gran diferencia que en ese momento se encontraba sola en México, y que ahora, me tenía de compañía, a mí.

Y el segundo fue hace solo cinco meses. Quizá éste fue peor, porque nuestro hijo pierde la vida en el interior de su útero.  Ambos con la misma cantidad de semanas de gestación, (catorce, para ser exactos).

Esa segunda experiencia, tercera para ella, dejó una enorme carga de temores en Antonella, haciéndola reticente a saber algo de bebés. Decidió no hablar más de ellos, ni de nuestros anhelos por tener una familia enorme, ni mucho menos visitar con la misma frecuencia a sus sobrinos pequeños —los hijos de Ari y Juancho—, seres que ella adora y que acogió como sobrinos propios, a pesar de no serlos. Debido a las circunstancias, la hacen deprimirse de inmediato.

Maravillosa SeducciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora