Vigésimo séptimo chat

970 96 22
                                    

Spencer abrió los ojos lentamente, se restregó los ojos y se levantó.

La cama improvisada había desaparecido junto con Jayden, "¿Dónde estará?" se preguntó la chica perpleja.

Miró su celular y tenía un mensaje.

Jay: Perdona, tenía cosas que hacer, entonces me fui temprano. Nos vemos y ten buen día. Si Roberto con cara de puerco te molesta, me avisas ;)

La muchacha se rió ante el mensaje de su amigo y sintió que estaba más feliz de lo que no estuvo en toda la semana, salió de su habitación y bajó sonriente.

–Vaya, vaya... Alguien amaneció de buen humor– comentó la madre de Spencer sonriendo al ver a su hija nuevamente feliz –si, creo que sí– respondió Spencer. Las dos desayunaron tranquilamente y luego Spencer tuvo que ir a cambiarse de ropa y arreglarse porque era día de colegio.

–Adiós mamá– se despidió la chica de su madre –ve con cuidado– le aconsejó la mujer.

La muchacha de cabello castaño, saltaba de alegría. Las cosas que le había pasado el fin de semana fueron algo abrumador e interesante al mismo tiempo y era gustoso, tanto así que irradiaba más felicidad de la habitual.

–Spencer– al escuchar su nombre, se giró observando a la persona que menos quería ver y para ser sincera, no era menos, más bien era que no quería verlo en absoluto, Roberto.

–¿Qué quieres?– dijo tajante ella, Roberto se sintió dolido al escuchar y entender el trato de la chica –quería decirte que... Te quiero– expresó el chico.

Spencer ardió por dentro ¿Acaba de decir que la quería? ¿Tan imbécil? –no vuelvas a decir algo que no es verdad– espetó entre dientes, el la miró confuso –pero Spencer...– no pudo finalizar porque fue callado por la mano de la chica que dio contra su mejilla –¡Cállate embustero! me has mentido desde hace tiempo pero ya no más– gritó ofuscada.

El muchacho la miró sorprendido. Spencer no era una chica particularmente violenta, tampoco era muy de perder los estribos de esa manera, es más, era primera vez que hacía las dos cosas –Spencer tú...– ella le cortó, cansada de seguir escuchando –no, mejor cállate, no quiero oír excusas baratas. Te odio más de lo que puedes creer y eso es suficiente para decirte que desaparezcas de mi vida. Adiós Roberto con cara de puerco– aclaró ella dando media vuelta, alejándose de él tan rápido como fuera posible.

*********

El día fue agobiante y no sólo por la discrepancia que tuvo con Roberto sino que también empezaron a rumorear cosas raras por el colegio, pero estaba siendo lo de menos ya que ella no era de interesarse en algo tan poco relevante.

Al momento que se tocó el timbre para salir de clases. Spencer guardó sus cosas y salió del aula corriendo hacia su taquilla.

Sorprendentemente se encontró con la chica que le había declarado la guerra, ni siquiera se sabía su nombre –¿Ahora tú qué quieres?– le preguntó fastidiada Spencer.

–Sólo vine a decirte que gané– declaró ella sonriendo –no me importa– manifestó Spencer molesta.

De repente, en el bolsillo de sus jeans Spencer sintió vibrar su celular, lo sacó y lo revisó omitiendo el hecho de que la otra chica le estaba hablando.

Jay en línea.

Acosadora en línea.

Jay: Estoy afuera de tu colegio.

Acosadora: ¿Cómo carajo sabes dónde está mi colegio?

Jay: Siempre sé donde estás ;)

Acosadora: Te lo dijo mi mamá ¿cierto?

Jay: Spencer arruinando momentos hermosos desde el 2000.

Acosadora: Ja, sabía que te lo dijo ella.

Jay: Ya, ya pero sólo sale de tu colegio. Unas chicas me están acosando.

Acosadora: Oh ni crean que se acercarán a ti ¡MI trabajo es acosarte!

Jay: Ya ¿vienes?

 Acosadora: Si, ya voy.

Acosadora se desconectó.

Jay se desconectó.

–Oye ¿me estás escuchando?– dijo la voz chillona de la chica, Spencer bufó... Se había olvidado completamente de ella.

–Lo lamento, sin embargo no tengo tiempo de hablar con chicas sin cerebro, ¿Quieres a Roberto? pues quédatelo, ya no me interesa, sólo estorba. Bye bye– se despidió sarcástica la castaña pasando al lado de la chica.

Al salir del colegio se encontró con un cúmulo de chicas rodeando algo, ella caminó hacia allá dando codazos y algunos empujones hasta que pudo dar con su amigo Jayden.

–Dios Jayden ¡No dejes que un montón de chicas te vengan a acosar! ese es mi trabajo– recalcó Spencer al estar por fin cerca de Jayden, este la miró divertido –¿celosa pequeña acosadora?– preguntó pícaro. Spencer sintió sus mejillas arder –¡claro que no tonto!– exclamó ella avergonzada –ya, ya vámonos– espetó él tomando de la mano a Spencer, salieron del círculo de chicas que le rodeaban y se alejaron caminando mientras Spencer insultaba a Jayden internamente –eres un idiota– susurró ella.

–Y tu una tonta sin embargo no me quejo– expresó el riéndose, Spencer bufó –lo que tu digas– dijo ella.

Caminaron un par de cuadras hasta llegar a un parque –¿para qué vinimos aquí?– interrogó ella. Jayden la observó y luego miró hacia adelante –quiero que conozcas a mi mejor amigo– informó el.

  

Chats con ¿un chico suicida?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora