Chats con ¿un chico suicida?

Un día horrible

Al día siguiente se realizó el funeral de Jayden Collins. 

Un chico inolvidable.

Spencer fue con el dolor taladrando cada milímetro de su alma hacia el funeral de su amado, sintió miles de golpes someterse en su interior de solo verle en el ataúd. Era un infierno verlo en esa cosa.

Muchas personas fueron, desde sus compañeros de clase e incluso familiares nunca antes vistos, James que era una de los más importantes también se encontraba ahí.

Spencer lloró toda la noche anterior, nadie logró calmarla ni siquiera su madre. Y ahora se encontraba aquí, frente al funeral del chico que ama. Cuando fue su turno de verlo más de cerca, ella lo único que hizo fue arrimarse a ese cajón como si fuese su amigo con quien lo estuviera haciendo -Jayden. Te amo ¿por qué te fuiste? ¿por qué?- dijo entre sollozos la chica.

Cuando era hora de ya enterrar el cuerpo, ella gritaba y lloraba dolida en el suelo tapando su rostro., aunque James la estuviese tranquilizando no funcionó, ella seguía con un llanto inconsolable.

Después de que todos no pudieran soportar más y se fueran, Spencer se quedó al lado de la tumba de Jayden -eres un idiota, pero aún así te amo- decía ella tratando de sonreír.

En otro lado, el pequeño que Jayden salvó, miraba la carta y no tenía idea de qué hacer -¿hijo?- lo llamó su madre, pues ella lo veía con la vista perdida en algún punto muerto, entonces se acercó a el comprensiva -¿qué tienes Lucas?- fue lo que le preguntó a su hijo.

El pequeño le pasó la carta y la mujer al echarle un vistazo quedó sorprendida -¡oh! esto es de aquel muchacho- dijo ella. Guardó la carta en su bolsillo y tomó a su hijo para ir corriendo al cementerio en busca de algún familiar de ese muchacho.

... Ojalá que quede alguien, pedía ella en sus pensamientos.