CAPÍTULO 7
NO ES EL DÍA DEL PADRE
Lily y Marshall comienzan a plantearse la idea de tener un hijo pero, con Robin viviendo en su apartamento, les cuesta concentrarse.
Para que todo sea perfecto, Lily se encarga de prepararle una cena íntima mientras su amiga se queda con Ted.
Sin embargo, Marshall se tiene que quedar en la oficina hasta tarde y sus planes se arruinan tanto, que Lily se plantea si de verdad están preparados para ser padres.
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Monólogo:
Cuando cumples los 30 y tienes pareja pasa una cosa curiosa: que empiezas a ver bebes por todas partes.
Sí, Marshall y Lily empezaron a enloquecer con los bebés, y sus nuevos vecinos eran aún peores.
Aquella noche se sentaron a hablar muy enserio sobre la idea de tener hijos.
Solo había una cosa que se interponía en su camino. Y esa cosa estaba en el paro y dormía en su sofá.
Comprendieron, que si iban a formar una familia tenían que organizarse.
Y así fue como la tía Robin se vino a vivir conmigo.
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